el cariño y amor de mi hermana gemela

la separación

Aclaración: esta historia esta basada de un anime *pero no lo voy a nombrar, pero algunos ya sabrán de que se trata, solo pido y no lo pongan se les agradecería mucho* y me dio una idea y una historia para estas dos jóvenes, kikyo y aome, si no te gusta la idea te pido de favor que no la leas e insultes o los que comentan en esta historia la pareja de amabas hermanas sera las que mayor voto tengan, que kikyo se quede con él o que aome se quede con él, esa sera decisión de ustedes más ya no la mía, yo solo escribo la historia de amabas hermanas que como el titulo indica serán las principales de mi historia de ahora hasta el final, si me preguntan por el final no le se ni yo, feliz, triste no lose, lo único que se es que mediante escribo se sabrá si muere una o ambas, sin más que decir que disfruten de la lectura tanto como kikyo fan y kago fan.

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Con sus cinco años de edad, dos niñas corrían por el aire libre de la madre naturaleza, jugando como dos niñas normales lo harían; Kikyo es la mayor, aome es la menor, con la luz del sol y los ruidos de los pájaros, ambas hermanas corren lo que sus pequeños pies le permiten.

— apúrate aome, vamos al río — dijo kikyo con una sonrisa en sus rasgos infantiles.

— ya voy — contesto mientras escalaba la roca para llegar a su hermana.

Ambas se crecieron en los bosques, apenas y recordaban algo más allá de los que tienen, solo recuerdan cuidarse entre ellas, las dos siempre iban a todas partes, con sus cinco años de edad aprendían las cosas muy rápido, se defendían como podían de los demonios, y alguno que otro dragón al igual que ogro de nivel inferior.

— hermana — dijo aome. Las dos estaban sentadas en una piedra, comiendo una manzana que habían cogido en el camino.

— mande — contesto tragando el bocado que tenia en su boca.

— me gustaría saber como fueron mis padres, digo apenas y logro recordarlos, pero me gustaría saber como eran sus rostros — dijo mirando la manzana mordida.

— yo también aome, pero solo recordamos haber crecido por el aire libre y dormir bajo los árboles, tenemos que cuidarnos para que ni un demonio nos mate — contesto.

— demonios?.. ¿como se mata a un demonio hermana? — pregunto, hasta ahora solo se habían topado con demonios de menor rango que no les era difícil ocultarse o correr.

— bueno — poniendo un dedo en su mejilla — una vez cuando fui a recoger leña vi a una mujer con atuendo de blanco y rojo que mato a un demonio de rango mayor con una flecha — contesto recordando cuando lo vio, quiso irse con ella, pero no podía dejar sola a aome, que, cuando regreso al mismo lugar, ella ya no estaba.

— ¿a una mujer con ropa de blanco y rojo?

— hum... creo que le dicen sacerdotisas — mirando al cielo. Aome quedo maravillada por esa información si se convirtiera en una miko entonces podría matar a los demonios, a todos si fuera posible, así para no correr o esconderse para sobrevivir.

— hermana seamos sacerdotisas — dijo de la nada la menor.

— ¿sacerdotisas?

— hum.. así podemos ayudar a los demás con nuestro poder, salvar a niños de quedar huérfanos... así como nosotras — bajando la mirada.

— *ayudar a los demás* — pensó — no sera mala idea, aome hagamos nuestra promesa — estirando su mano, todos sus dedos estaban cerrados menos el meñique — prometamos que, cuando seamos grandes vamos a ser las mejores sacerdotisas — aome alzo la mano y entre lazo su meñique con el de su hermana mayor.