El Sabor Del Deseo

*<Changbin>*SKZ

Tema de la Mafia

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Fui propulsado a otro universo, a otra demensión. Mi mente dando vueltas sin llegar a una conclusión clara. Un lío de pensamientos , partes del cuerpo enredadas , acompañadas de gruñidos bajos y suaves suspiros.

"Te he echado de menos, joder, gatita", los labios de Changbin no han abandonado ni una sola vez mi cuerpo, súbitos mordiscos y chupadas se han producido en cada centímetro en el que podía meter su boca. Seguro que me salen moratones, seguro que una vez que esto acabe, se verán las marcas de su posesividad. Por ahora, disfruto.

A partir de ahora, lo dejo entrar en mi alma. Dejo que se hunda profundamente en mí, haciendo que mi espalda se arquee con cada largo golpe de su gruesa longitud. Sus manos agarrando mi cara, manteniendo mi boca en la suya, como si necesitara mi propio aliento para sobrevivir.

"Changbin", siseo lentamente mientras él cambia nuestra posición, echándose hacia atrás mientras me da el poder. Changbin era un hombre poderoso, pero una cosa era cierta, disfrutaba cuando yo tomaba el control.

"Así de fácil... joder, te ves tan jodidamente hermosa nena". Gimió, su nariz se encendió mientras trataba de contenerse. Pero cuanto más me muele en su longitud, más sus ojos parecen girar hacia atrás. Disfrutando de la forma en que mis caderas daban vueltas, mi clítoris entraba en contacto con su región pélvica. La estimulación era abrumadora, haciendo que mi cuerpo se estremeciera de repente. Un gemido escapó de mis labios cuando comencé a rebotar sobre su longitud, el grosor me estiraba tan deliciosamente. Mis ojos se agitaron, la boca se abrió mientras lo absorbía por completo. Su piel, su olor, la forma en que se siente contra mi cuerpo y la forma en que me llena hasta el punto de dolor. Sus manos se han apoderado de mi culo, guiándome para que lo monte más rápido.

"Sigue tocándome, Binnie", la repentina comprensión de que acababa de llamarle por el apodo que tanto le gustaba, hizo que mis ojos se abrieran de golpe. Al instante me encontré con sus amplios y grandes orbes marrones, que parecían tan puros que me hicieron doler el corazón. Estaba esperanzado, necesitaba volver a entrar en mi corazón y yo se lo permitía.

Pero esto estaba mal... No puedo.

No debería.

"Repite eso, gatita". Siseó, sentándose y encontrándose con mi boca en un acalorado beso. Buscando a través de mis labios para conseguir mi lengua, para chupar. Intenté respirar, necesitando hacer más, pero me sentí elevada a una nube. Todo lo relacionado con Changbin era extraordinario, tan diferente, y lo deseaba de una forma tan carnal que casi me daba asco.

"B-Binnie", tartamudeé suavemente, mi voz parecía débil mientras hablaba en su boca necesitada. Él sonrió en nuestro beso, sus dos manos fueron a abrazarme. Una vez más, me mantuvo cerca de él. Permanecimos así... agarrados el uno al otro mientras me ayudaba a subir y bajar sobre su longitud, su profunda respiración me hacía revivir mientras jadeaba.

"Mierda", maldije , enterrando mi cara en su cuello, aprovechando el momento para morderlo y chuparlo. Mi clímax estaba tan cerca, que no estaba lista para parar. No estaba preparada para terminar esta maravillosa sesión. Changbin tomó el relevo, desplazándose de nuevo, mi espalda se encontró con el colchón mientras empezaba a follarme sin remordimientos. La cama chirriaba, pero mis gemidos eran fuertes y cada vez más obscenos. Changbin se puso de rodillas, y aún así consiguió mover sus caderas hacia mi interior. Me empujaba profundamente, sacando su polla completamente y volviendo a embestir. Su sonrisa malvada evidenciaba que le encantaba ver cómo me deshacía, mientras yo echaba la cabeza hacia atrás gritando.

"Estás tan cerca nena, puedo sentirte. No te contengas, quiero... no, necesito que te corras sobre mi polla. Necesito que estés empapada, goteando sobre la cama con lo bien que te hago sentir". Sus palabras eran lentas, pero tenían un sentido tan eufórico que no pude evitar el escalofrío que me produjo.