Capítulo 8

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Una vez que llegamos a la fiesta, nos bajamos del coche y nos dirigimos hacia la entrada. La música estaba a todo volumen, lo suficiente como para que se escuchara cerca de la casa.

Zoa, la hermana mayor de los gemelos, se despidió de nosotras y se fue con un grupo de chicas de su edad, tal vez sus amigas, mientras que el chico de ojos azules se unió a un grupo de chicos, dejándonos a nosotras tres solas.

Lo que más llamaba la atención de aquel lugar no era solo el tamaño de la casa y el jardín, sino también la gran cantidad de adolescentes de nuestra edad y mayores que nosotras que se encontraban allí. Había chicos gritando, bebiendo y animando unos a otros a beber. También había parejas de chicos y chicas besándose y tomados de la mano, entre otras cosas.

—No puedo creer que esto sea la fiesta de los ricos — dije con una mueca de asco.

—¿Qué esperabas? — preguntó Leila divertida. — No es para tanto.

—Lo dices porque quieres ver a Aidan — le respondió Salma.

—¡¿Qué?! No... sí — trato de corregirse en cuanto Salma y yo la miramos con una ceja alzada. — Pero... vamos a darle una oportunidad a la fiesta, por favor.

Salma y yo suspiramos y las tres entramos.

El olor al tabaco y alcohol nos rodeó. No sabíamos cuando ni quien, alguien nos dio a las tres vasos de plástico con bebidas que olían muy fuerte, probablemente alcohol. Encontramos una mesita y los dejamos allí.

Nos adentramos más, dirigiéndonos al salón, y vimos a chicos subidos a una mesa de cristal, bailando rodeados de chicas y no entendía como esa pobre mesa aguantaba tanto peso.

Al fondo, vimos a Ava tratando de llamar nuestra atención con la mano. Al ver que la habíamos visto, se acercó con otra chica del F30.

—Hola — nos saludó la otra chica — ¿Sois las hermanas de Sarisha, verdad? — preguntó sonriendo — Soy Afrín, encantada.

—Sí — confirmaron mis supuestas hermanas. — Igualmente.

— Somos Leila y Salma — añadió la última.

—Gracias por invitarnos también a esta fiesta — habló Leila.

—No os preocupéis —respondió Ava. —Cualquier persona que sea cercana a Sarisha también lo será para nosotros, y al menos vosotras sois sus hermanas.

Mis supuestas hermanas y yo nos miramos y sonreímos nerviosas sin saber que decir.

—Gracias — logre decir.

—Venid con nosotras — dijo Afrín. — Estamos en ese sofá — señaló una zona al fondo donde pude distinguir a los demás.

Nos dirigimos hacia aquella zona mientras las miradas curiosas de las personas a nuestro alrededor se clavaban en mis amigas y en mí, lo cual nos generaba una ligera incomodidad.

—¡Hola! —saludamos una vez que llegamos a esa zona, casi gritando debido al volumen ensordecedor de la música dentro de la casa.

—¡Hola! —respondieron todos con sonrisas.

—Sentaos aquí — se ofrecieron Amelia, Ángela y Sonia levantándose de sus sitios para que mis amigas y yo pudiéramos sentarnos.

 Las tres eran mis compañeras de psicología en la clase optativa, y las conocía bastante bien. Eran realmente amigables.

—Gracias —respondimos agradecidas.

Comenzamos a conversar para conocernos mejor. El grupo F30 nos hacía preguntas, y nosotras respondíamos mientras el tiempo volaba. De repente, eché un vistazo al reloj y vi que ya eran las once y cuarto de la mañana.

No te vayas de mi lado (NTVDML) ||Pronto se eliminara||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora