QUIERO POSEERTE || PARK JIMIN.

capítulo 1: peligroso.

La luz de la hermosa luna entra por la gigantesca ventana que tengo justo en frente de mí, es la única luz que no nos permite estar en la oscuridad mortificante. Fuera del salón ya no se escucha absolutamente nada. Un silencio total y de cierto modo tenebroso. Es hora...es hora de hacer lo más loco que he hecho en todo mi vida.

La mano de Gia tiembla entre las mías, se muerde las uñas de su mano libre. Tengo miedo...si algo sale mal la meteré en problemas y esas no son mis intenciones en absoluto. A veces me frustra su terquedad.

Salimos del salón de clases, caminamos por el pasillo de puntillas. Sé que ya no queda nadie más que el de seguridad pero es mejor prevenir que lamentar. En mi mente solo está el objetivo de esta misión: la piscina.

Tú: Gia ¿puedes calmarte por favor? Sinceramente no estás ayudando, haces que me ponga más nerviosa de lo que ya estoy. -detuve mis pasos en seco, ella también-

Gia: perdone usted señora pero por si no se ha dado cuenta la gravedad de la situación está para ponernos nerviosas. ¿Qué diablos vamos a hacer si nos descubren? No llevamos en está escuela ni una semana y no quiero que mi padre me aleje de ti por "mala influencia" -me guiña el ojo tratando de relajarnos, tanto a mí como a ella misma.

Pero la verdad es que en cualquier momento nos podemos salir de nuestras casillas.

Tú: ¿yo mala influencia? Soy un Ángel caído del cielo mi amor. Tranquila, confía en mí, todo saldrá bien.

Quiero mentalizarme de que eso es lo que pasará.

Gia: me da miedo la oscuridad t/n. Lo sabes ¿qué tal y todas esas historias de terror que cuentan de las escuelas son ciertas?

Tú: ¿crees que nos va a salir una monja ensangrentada de los baños Gia? -eleve una ceja divertida, ella sí sabe como revertir las peores situaciones-

Gia: -se encogió de hombros- puede ser una posibilidad.

Tú: ok. Ahora si estás diciendo bobadas, daré por hecho que son los nervios ¿segura que no quieres irte a casa? Después de todo soy yo la que quiere hacer esto, no tienes porque meterte en problemas sin necesidad.

Gia: ¿bromeas? No te voy a dejar sola. Además me encanta sentir la adrenalina correr por mis venas. Como tu mejor amiga me veo en la necesidad de morir contigo. -sonrie para tranquilizarme-

Así es. Somos la una para la otra. Hoy y siempre.

Entrelace mis dedos temblorosos con los suyos y seguimos nuestro camino por el extenso pasillo hasta llegar a una gigantesca puerta la cual empuje con dificultad. Estamos dentro. Genial.

Observé la maravillosa vista: es preciosa.

Gia: al agua sirena. No tenemos mucho tiempo así que disfruta todo lo que puedas... aunque soy del pensar que deberías meterte al club de natación.

Tú: eso seria un sueño hecho realidad para mí pero sabes que es mucho pedir. Papá no me tiene permitido bajo ninguna circunstancia meterme a una piscina...esa es la razón por la cual estoy rompiendo las reglas ¿lo recuerdas?

Gia: algún día se te hará amiga. Ahora adentro que no tenemos toda la noche.

Sonreí a pesar de todo lo quejosa que es sigue aquí conmigo y lo más importante es que me apoya en todas las locuras que hago. Yo daría todo lo que tengo si ella lo necesitara así de fuerte es el lazo que nos une.

Quite la corbata, la camisa del uniforme, la falda, los zapatos y las medias para después tirarme a la piscina y dejar que el agua relaje y tome posesión por completo de mi cuerpo. Amo esto.