01│Único

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JungKook abrió de manera cuidadosa la puerta y le brindó una mirada rápida al interior de la habitación, para después suspirar sonoramente y adentrarse al lugar con pasos que resultaban bastantes lentos. Aquello ya se había convertido en una rutina, pero no dejaba de ser una situación dolorosa y complicada.

Examinó con la mirada el rostro de YoonGi, quien se encontraba recostado plácidamente en la camilla. Las heridas en su rostro y brazos habían sanado de manera notable, pero aún era posible percibirlas y JungKook sabía que era más que evidente que numerosas cicatrices quedarían en todo el cuerpo de su hyung.

La imagen de YoonGi no era tan chocante como al inicio. El menor recuerda muy bien lo doloroso que fue ver a su novio en aquella misma camilla, pero con muchísimas vendas cubriéndole la cabeza, brazos y cuerpo en general; los moretones y cortes que el chico tenía eran demasiados, estuvo demasiado herido. Al principio, YoonGi ni siquiera podía respirar por propia cuenta y una enorme cantidad de máquinas lo rodeaban.

Las numerosas vendas se habían ido, solamente quedaban unas cuantas cubriendo las heridas más mayor gravedad, aunque las mismas también estaban a punto de sanar. YoonGi había mejorado mucho en todo sentido, lo único que restaba era que él despertara del coma en el que había entrado. Según el médico a cargo de su cuidado, esto sucedería pronto y todos estaban más que expectantes por dicha razón.

JungKook y él se habían conocido cuando eran solamente unos niños. El más joven recuerda que se encontraba festejando su cumpleaños número nueve con muchos de sus familiares, hasta que uno de sus primos apareció siendo acompañado por su amigo. El recién llegado tenía la misma edad que SeokJin, quien creyó que su primo y YoonGi podrían llegar a llevarse muy bien.

Desde un comienzo, el menor había pensado que YoonGi no aparentaba tener once años realmente, sino que actuaba como alguien un poco más mayor. Pero JungKook no le otorgó mucha relevancia a esto, dado a que el niño le resultaba muy agradable e interesante. Por lo cual, lo invitó a jugar con él; y a partir de aquel entonces, no se distanciaron jamás.

El hogar de ambos no se hallaban muy alejados el uno del otro, pero los niños estudiaban en escuelas diferentes y se les dificultaba encontrarse tan seguido como les gustaría. Sin embargo, con el apoyo y complicidad de sus madres, ellos siempre lograban mantenerse en contacto y solían reunirse los fines de semana.

Fue a sus quince años de edad que JungKook comenzó a sentir algo más que amistad por YoonGi, quien ya era un chico de diecisiete. Desde un principio, él había pensado que el mayor era muy guapo y atractivo en diversos sentidos, pero no fue hasta ese entonces que pudo ser capaz de notar que ya no lo veía solamente como un amigo.

JungKook recuerda que habló con su madre, quien le brindó todo su apoyo y le dijo que todo estaba bien, aunque también le sugirió que pensara bien las cosas antes de dar un paso tan grande; tal y como el confesarle a YoonGi lo que sentía, ya que podría llegar a sentir arrepentimiento por algún motivo u otro más tarde.

El pelinegro tuvo que admitir que ella estaba en lo cierto, porque sería demasiado sorpresivo y hasta shockeante para YoonGi que él se presentara en su casa de la nada, diciéndole que estaba enamorado de él.

No sabía si el mayor podía llegar a corresponderle en absoluto, además que ambos llevaban un par de semanas sin reunirse porque YoonGi estaba preparándose para un examen de admisión, buscando ingresar en una importante universidad de la ciudad. Era una situación poco beneficiosa para JungKook y no estaba seguro de qué hacer, porque él sabía tampoco tenía muchas probabilidades de ser observado de manera no fraternal por el mayor.

𝐈𝐓 𝐀𝐈𝐍'𝐓 𝐌𝐄 ♡̶ : KOOKGI. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora