Neltokoni

El inicio de todo

Después de decir eso, sentí como una mano cálida me tomo del hombro —Artemisa, te dije que nunca tendrías que estar sola, yo estoy aquí para ti, siempre lo voy a estar— decía el joven, con una mirada fuerte asía mi padre.
—crees que ese chico y tú podrán derrotarme, solo mírate, tú casi estás muerta y el ni siquiera sabe controlar su poder, que yo mismo le otorgue, como piensas derrotarme, ¡DIME JAJAJA!— en ese momento sentí una brisa helada traspasar por todo mi cuerpo.

—Me crees tan loco, como enfrentarme a ti en estas condiciones, entre mi vida y la de ella sabes que es más importante la de ella— dijo el chico mientras sus ojos se iluminaban de una hermosa luz azul, cuando dijo eso me sentí protegida y después de eso recuerdo que el me llevó a un lugar que estaba blanco y se podía sentir tensión, tristeza y dolor.

—¿Como es que ella sigue viva?—
—Por favor atiéndala rápido, usted mismo dijo que está muy mal—¿como pudo llegar hasta aquí Artemisa?, ¿como es que sigue luchando?.

De repente Zack sintió escalofríos por todo su cuerpo  y notó como sus manos se estaban tornando de color azul, Zack quería volver al pasado... para ser precisos  el día 1 de diciembre de 2022, cuando la vio por primera vez, ella lo ayudó y nunca dudó de él siempre estuvo ahí.

—Hola,¿ por que estás tan triste? ¿Necesitas ayuda? Hace mucho frío aquí afuera ven conmigo— decía la chica con una tierna sonrisa dibujada en su rostro .

El chico solo se le quedó viendo, hacía tiempo que nadie le hablaba así, o se preocupaba por el, la noche era tan gélida, pero el calor de sus palabras y su cara tan familiar, hacían que el frío se sintiera menos

—Emmm ¿hola? Ven conmigo digo si quieres, no es tu obligación— decía la chica un poco nerviosa, mientras agitaba su mano hacia el.

—si— contestó a l chico con una mirada fría y cristalizada, en sus ojos se podía ver que el no era feliz desde hacía mucho.

—Esta bien— decía la chica mientras lo tomaba de su mano helada y algo sucia, al sentir el frío de su mano, la chica le da su saco y lo ayuda a ponérselo.

—¿Porque? ¿Porque me ayudas? ¿Quieres algo de mi?— decía algo exaltado, la chica solo sonrió y dijo —Todas las personas merecemos segundas oportunidades—.

—De... de donde sacaste esa frase— su mirada parecía estar cada ves más perdida. La chica lo tomó de la mano y lo seguía guiando a su casa, era más pesado esta vez y el frío la estaba matando así que decidió no contestar más preguntas hasta llegar a su casa. —mira chico, me estoy muriendo de frío, cuando llegamos a mi "casa" contestaré todas tu preguntas ¿si?