Sin elección - capítulo 26- KaoEarth

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EARTH

Charlie Puth suena en mi cocina, Gun baila como un loco alrededor de la isla mientras sostiene una cuchara de madera como micrófono improvisado. Todo en mi vida ha cambiado tan radicalmente que a veces me cuesta asimilar que tengo un hijo a quien cuidar y un novio que adoro por encima de todo. Es gracias a Kao que he vuelto a tener una familia, por su gran corazón y su generosidad al querer adoptar a Gun ahora estoy bailando y cantando, gritándole al mundo mi felicidad.

-Veo que la fiesta ha empezado sin mí - oigo la voz de mi novio desde donde está apoyado con sus brazos cruzados, mirando el espectáculo que estamos montando su hijo y yo.

Corremos los dos hacia los brazos de Kao y lo derribamos sobre la alfombra de la entrada. Su risa de felicidad es tan hermosa que hace a mi corazón latir con fuerza. Gun deja besos por toda su cara, este niño maltratado y mi novio el militar entrenado queriéndose como si fuesen padre e hijo, ahora mismo tengo todo lo que nunca me atreví a soñar.

-Huele delicioso en esta casa, ¿qué cenaremos? - pregunta Kao cuando dejamos que se levante del suelo.

-Gun me ha ayudado con la cena, es un gran ayudante, pronto podrá encargarse él solito - le digo lleno de orgullo por el gran avance que ha logrado Gun en tan poco tiempo.

Y de esta manera cenamos en familia, contándonos nuestro día, y disfrutando de nuestra mutua compañía, no cambiaría mi vida por nada de este mundo.

Después de recoger la cocina y sentarnos a ver un programa de televisión, Gun empieza a quedarse dormido en el sofá. Kao le dice que se vaya a la cama y él como buen chico nos da las buenas noches y se va a su habitación.

En cuanto la puerta de Gun se cierra, Kao se acerca a mí y yo no puedo evitar acurrucarme entre sus brazos. Respiro profundamente su aroma masculino y sensual y espero pacientemente a que me hable de la llamada telefónica de esta mañana, y que me imponga el castigo correspondiente, lo he deseado todo el día.

-Tu llamada de esta mañana fue muy interesante - y ahí está mi pistoletazo de salida.

-A mí también me lo pareció - lo miro con mi cara más inocente.

-¿Sabes que no puedo dejarlo pasar, verdad? - me dice fingiendo severidad en su voz.

-Eres muy estricto, solo era una broma - le respondo con un mohín.

Su cara es un poema, cuando mi mano vuela hasta su entrepierna y aprieto un poco hasta que le oigo gemir, después poso mis labios en los suyos con un beso ardiente.

Kao se separa de mí y me tiende una mano para que lo siga. No sé qué está tramando pero no puedo esperar para saberlo.

Recorremos el camino hasta el estudio de danza en absoluto silencio, y una vez dentro Kao cierra con cerrojo la puerta y se apoya en ella.

-¿Vamos a bailar? - le pregunto.

-Algo así, tu cuerpo se moverá, el mío también... - me responde mirándome como si fuese su comida favorita.

-Me encanta la idea de tu cuerpo moviéndose con el mío - le digo haciendo un Arabesque delante del espejo gigante que recorre la habitación.

-No me has entendido precioso, es mi cuerpo moviéndose EN el tuyo - me responde.

-Detalles sin importancia - le replico.

-No me tientes Earth, si sabes lo que te conviene - me reta.

-Vivo contigo, así que está claro que no sé lo que me conviene - le respondo con picardía y en ese momento veo en sus ojos que va a lanzarse a por su presa.

Otra forma de sentir -ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora