《Gitana》

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POR AHÍ PASABA ELLA, CON SUS TIPICAS PRENDAS GITANAS

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POR AHÍ PASABA ELLA, CON SUS TIPICAS PRENDAS GITANAS. Extrañas para algunos pero tan sagradas para ella.

Su cultura era lo único que le quedaba de su familia, el único legado que le recordaba a ellos. Sus padres siempre le recordaban que debía estar orgullosa de su sangre y ella lo estaba, amaba ser quien era. Lo que no amaba tanto era el destino que le tocó.

Perdió a sus padres y a su hermana en un abrir y cerrar de ojos, justo el día  que ella y su hermana cumplían siete años de edad. Desde entonces se enfrentó sola a la vida y vaya que no le fue fácil.

Dormir en las calles no era para nada cómodo y mucho menos seguro, se hizo amiga de un verdulero que muy amablemente la dejaba comer cuanta fruta quisiera y también la dejaba dormir ahí. Él le dio un techo y comida, estaba profundamente agradecida, él amaba escuchar todo lo que ella sabía de su cultura gitana.

Lamentablemente su anciano amigo falleció cuando ella tenía 10 años, fue entonces cuando tuvo que volver a las calles y entonces inició con las lecturas de mano.

Cuando ya estaba en los doce conoció a un chico, huérfano igual que ella, vivía en las calles igual que ella. Se llamaba Gonzalo y desde entonces acordaron estar juntos, se protegían entre ellos y prometieron nunca jamás separarse. Incluso acordaron que cuando fueran mayores vivirían juntos.

Vivían de lo que ganaban ambos, él robaba y ella leía las manos de los desconocidos pero cuando vio que aún así era muy poco lo que obtenían inició a robar, quisiera no haberlo hecho nunca pero cuando se es huérfano y se vive en las calles, hay que sobrevivir a como de lugar.

A los trece ella inició a bailar flamenco, aquel baile que su madre le había enseñado cuando niña, ahora hacía triple trabajo, leía manos, robaba y bailaba. Ahora les iba mucho mejor, tenían para comer, comprarse alguna que otra prenda y claro que si un helado para cuando se antojara.

Ahora tenía quince y él dieciséis, seguían juntos y sus trabajos eran los mismos, solo que dormían en una pequeña casucha que ellos mismos habían armado en un viejo descampado al que nadie iba ni siquiera miraban, quien iba a pensar que ahí vivían dos adolescente huérfanos?

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Gonzalo en multimedia

Sangre Gitana (Casi Angeles y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora