Prologo

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Salí de casa, como todos los lunes , para comerme una rica medialuna.

<<no tenía que pagar por ella>>

Baje por Riobamba hasta Corrientes, y en la esquina, entré al pequeño local con olor a pan.

Siempre me llamó la atención el color anaranjado con tortugas en las paredes.

Mi amigo Ramón, que estaba en su mesa de la esquina tomando su café con leche, levantó su vista y me otorgó una sonrisa de boca cerrada.

Le devolví un amago de ella justo cuando se asomó mi medialuna. ;)

Esos ojos negros como el carbón se encontraron con los míos y vi la clara excitación dentro de ellos.
Me hizo una seña con la cabeza que indicaba que lo siguiera.

<<Y así se empieza bien la semana>>
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Lo escribí con Gina tengan consideración.

el negrito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora