Be Alright |Justin Bieber |

6. "He or no?"

Estaba en silencio total, llevábamos un buen rato así, lo cual realmente me hacía que quisiera llorar, irme de ahí, ni siquiera la había visto a la cara, no quería, no podía, estaba por salir corriendo de ese cuarto, cuando se me ocurrió voltear a verla un segundo, se notaba confundida y... ¿Enojada? ¿Estaba enojada por que le dije o con mi padre? La verdad no estaba segura, pero me causo bastante miedo, fue cuando por fin hablo.

- ¿Esto es una broma Catheryn? Por que no es gracioso, tu padre jamas haría algo parecido -Murmuro ella y fue entonces cuando me di cuenta que estaba molesta por que no me creía, lo cual me dolió y molesto demasiado.

- Yo... ¡Yo jamás mentiría con algo así! -Grite intentando con todas mis fuerzas no llorar.

- ¡No me grites Chateryn! Deja de mentir, ahora mismo iremos con tu padre a que nos aclare esto -Grito incluso más fuerte de lo que yo había gritado, lo cual me causo escalofríos, ella no me creía...

No me di cuenta de lo mucho que estaba apretando contra mi a la Sra. Jaidan hasta que escuche un leve quejido de su garganta, le estaba sacando todo el aire, es que el recordar aquel momento me hacía sentir demasiadas cosas, sentir el cariño de alguien que realmente no era mi madre me hizo sentir tan mal, se lo agradecía demasiado pero la verdad es que mi verdadera madre ni siquiera había creído en lo que le decía, ella simplemente pensó que mentía, que lo hacía por querer llamar la atención.

Lagrimas corrían por mi rostro, no podía parar de llorar, ella estaba demasiado molesta, me tenía sostenida del brazo demasiado fuerte, jamás en mi vida la había visto tan enojada, nunca creí que esto fuera a pasar, cuando decidí decirle me imagine todo tipo de discusión menos esta. Llegamos frente a mi padre, el cual me veía demasiado confundido, hasta que noto lo enojada que estaba mí madre, comprendió que había sucedido y la mandíbula se le tenso, por un momento creyó que estaba enojada con el, lo que él no sabía era que lo estaba conmigo.

- ¡Repite lo que dijiste hace un momento Catheryn, se capaz de hacer algo así frente a tu padre, anda, hazlo! -Grito incluso más fuerte que la vez pasada, lo cual solo provoco que se me cerrara la garganta y mi padre notara que era conmigo con quien estaba enojada- ¿Qué paso? ¿Dónde quedaron las palabras? ¿Querías gritar no? Adelante, atrévete a volver a mentir y esta vez en su cara.

- Yo... ¡Yo no miento...! -Dije lo más fuerte que pude, intentando gritar, logrando tan solo hablar un poco más fuerte de lo normal, incluso sonó algo torpe, eso no sonaba seguro, así que cerré los ojos un momento respire hondo y decidí levantar la mirada- Es verdad, ese hombre -Dije esta vez más segura mientras volteaba a ver a mi padre y después la regresaba a mí madre- Abuso de mí, en tu ausencia entraba a mi cuarto y...

Todo paso demasiado rápido, ni siquiera tuve tiempo de procesar, simplemente de repente sentí un ardor en mi mejilla, era demasiado fuerte, mis ojos se llenaron de lágrimas, lleve mi mano a el lugar en donde un segundo antes había estado la de mi madre con fuerza, por un momento agradecí que lo hiciera, en el momento en que recordé todo se me llenaron los ojos de lágrimas, no quería llorar más, fue el impacto de la mano de mi madre sobre mi mejilla la que hizo que reaccionara, aunque ardía, dolía mucho menos de lo que era recordar lo que mi padre había hecho.

- ¡Cállate! -Grito mi madre un momento después lo cual me saco de aquel leve transe que había pasado, en el que solo sentía mi mejilla arder- ¿Tienes algo que decir al respecto que decir Johan? -Dijo mi madre fuerte, pero no como me hablaba a mí, lo miraba demasiado molesta pero también confundida, solo esperaba el dijera la verdad, aunque sabía que eso no ocurriría.

- No tengo ni idea de dónde saca esas ideas, yo jamás haría algo parecido y lo sabes Jasmine -Mintió sínicamente.

Las siguientes dos horas fue de gritos, cachetadas, discusiones, todo era dirigido a mí, eran dos contra uno, no había llorado en todo ese tiempo, pero sentía que no aguantaría más era peor que una pesadilla, mis ojos ya se sentían hinchados, mis manos estaban temblorosas, cada vez se me iba más la voz, mis mejillas estaban rojas y ardían demasiado, sentía que mis pies no lograrían sostenerme ni un segundo más de pie, fue entonces cuando lo decidí, ya nada sería lo mismo, tenía que salir de ese horrible lugar, no podía continuar escuchándolos como me decían mentirosa, cada palabra era un golpe más, así que lo hice, como pude me eche a correr saliendo de ese lugar, detrás de mi escuchaba los gritos de mi madre diciéndome que volviera, que no fuera cobarde, mientras que mi padre solo le decía que me dejara ir, que volvería, que solo era un capricho, conforme más me alejaba menos escuchaba los gritos y más tranquila me sentía, me detuve porque sentía que el aire me hacía falta, sabía que no podría volver a casa, yo ya no pertenecía a ese lugar, pero la pregunta era ¿Ahora qué haré, a donde iré?.