Be Alright |Justin Bieber |

3. Remember.

– Catheryn Jaidan, tu vas a estar con Beadles.

– ¡Mierda! –Murmure en voz baja al escuchar el nombre, habiendo tantas personas tuvo que ponerme con un chico y lo que es peor con el pesado de Christian.

Es que Christian siempre desde que entre, a intentado acercarse a mi y hablarme, pero yo siempre era muy cortante con el, es que me desespera, ademas, no tenía ganas de relacionarme con nadie, incluso a mi amiga le había costado trabajo el que le hablara, pero de igual manera insistía mucho, pero ella a comparación de Beadles ella era mujer y además no le hablaba a nadie mas y Beadles en cambio le habla a media escuela, no se por que insistía tanto en hablarme si ya tenía muchos amigos, también por eso no le quise hablarle por que sabía que si le hablaba seguro estaría siempre rodeada de gente y no me gusta eso. 

– Qué suerte la tuya eh Jaidan –Murmuro mi amiga riéndose y como a mi no me paresia nada gracioso la mire con mala cara, en cuanto vio como la miraba su cara cambio y se puso sería, no pude evitar reír al ver la reacción de mi amiga y ella puso los ojos en blanco, mientras yo seguía riendo– Muy graciosa Jaidan igual, no seré yo quien este con Beadles.

– Agh, cállate ¿Quieres? –Puse los ojos en blanco y suspire, no me quedaba de otra, además esa maestra al parecer me odiaba y si no entregaba el trabajo seguro me mataban, estaba pensando en como hacerle cuando escuche la voz de Beadles.

– Ey Jaidan, al parecer estamos juntos –Dijo con un tomo de emoción, la cual yo no compartía– ¿Te parece si hacemos el trabajo esta tarde en mi casa? –Pregunto sin dejar de sonreír, estaba loco si pensaba que haría el trabajo en su casa, el y yo SOLOS en su casa, negué con la cabeza.

– Mejor que sea en mi casa ¿Te parece? –Murmure bastante cortante– Solo debo marcar a casa haber si puedo llevar a alguien.

– Esta bien, me avisas y si no, pues lo hacemos en mi casa ¿Te parece? –Me dijo sin quitar aquella estúpida sonrisa de su cara, lo cual era irritante, solo asentí con la cabeza y me gire, el se retiro. Saque mi teléfono y marque a casa, contesto la Sra. Jaidan y le informe sobre el trabajo, pero ella me comento que ese día ellos saldrían y que no le gustaría que estuviera sola con alguno de mis compañeros y era claro que yo tampoco quería así que me tuve que resignar y le dije a la Sra. Jaidan que entonces iría a casa de el, ella dijo que sería mejor y así estaría sus padres y eso era lo que yo esperaba, que sus padres estuvieran, colgué y suspire fuerte, mire a Beadles y fui a donde estaba. 

– Hey Beadles –Le dije igual de cortante que hacía unos momentos, el volteó y esa estúpida sonrisa seguía en su rostro, suspire para aguantar y no romperle los dientes para que dejara de hacerlo– No podrá ser en mi casa ¿Está bien que sea en la tuya? –Le pregunte, aunque sabía que diría que si.

– Claro que si Jaidan, saliendo de la escuela nos vamos juntos ¿Te parece? –Me respondió emocionado, al parecer todo eso le emocionaba, cosa que a mi era claro que no me emocionaba en lo mas mínimo. 

– Como sea, nos vemos en la salida –Le respondí y sin dejar que dijera nada mas me retire de ahí y volví a mi lugar, puse las manos sobre mi rostro y desee que ese día terminara pronto.

El día se había pasado bastante rápido y sin darme cuenta, ya estábamos en la ultima clase del día, lo cual esperaba durara una eternidad, no quería ir a la casa de Beadles, pero no fue así, ya solo faltaban 5 minutos y la maestra quiso "hacernos el día" y dejarnos ir antes, tome mis cosas y me dirigí a la puerta junto a mi amiga, cuando escuche la voz que menos quería escuchar... Beadles

– Hey Jaidan, ¿Nos vamos? –Me grito como si estuviera muy lejos y se notaba emoción en su tono, solo puse los ojos en blanco ya que el no podía verme y mi amiga sonrío burlonamente.

– Bueno, te dejo con el Cath te cuidas –Dijo mi amiga sonriendo se despidió de beso y se fue, solo la mire lo mas feo que pude, suspire y voltee a ver a Beadles.

– Oh, claro vamos –Le conteste secamente, intentando no ser grosera, comencé a caminar y le llevaba unos pasos de ventaja, pero de un momento a otro ya estaba a mi lado.

Lo ignore todo el camino, lo cual fue bastante incomodo por que no pensé que se fuera ir callado, aunque no quitaba esa sonrisa de su rostro, al parecer en verdad le emocionaba trabajar conmigo, aunque no entendía por que, si yo era bastante seca y grosera con el, pero el era demasiado raro, suspire y en cuanto menos me di cuenta ya habíamos llegado a su casa.

– Aquí es Jaidan –Murmuro sonriendo y mostrando su enorme casa, creo que era como 2 veces mas grande que la mía, camino a la puerta la abrió e hizo que entrara primero, entre solo un poco y espere a que entrara– Pasa, con confianza, es como tu casa ¿vale? –Me murmuro sonriendo e invitándome a entrar a donde estaba su sala y que me sentara, yo lo hice, por que estaba un poco cansada, era claro que no era como mi casa, pero igual quería sentarme, de repente desapareció y no vi a donde fue, después de un momento volvió con una jarra de agua y unos vasos, sirvió un poco en uno y me lo dio. 

– Gracias –Le dije tomando el vaso y tomando un poco de el, mire a mi al rededor, esperando ver alguien mas en su casa, pero no vi a nadie– Eh... ¿No hay nadie mas? –Le pregunte lo mas tranquila posible, no me gustaba la idea de estar sola en su casa y con el.

– No, mis padres trabajan y mi hermana nunca esta –Contesto haciendo una mueca– Siempre estoy solo –Murmuro con un tono que parecía que le dolía aquella situación y por un momento sentí compasión por aquel chico, suspire y recordé que estábamos solos, estaba por decir algo cuando me interrumpió– Bueno, en realidad no siempre estoy solo, casi siempre viene un amigo que es como mi hermano a hacerme compañía y salimos para distraernos –Dijo volviendo a ese tono de voz alegre que hacía un momento tenía, ese chico cambiaba de estado bastante rápido– Pero bueno, empecemos a hacer el trabajo ¿Te parece? –Me pregunto sonriendo y solo suspire, quería huir de ese lugar, no me gustaba la situación, pero igual tenía que hacer el trabajo, pero donde se acercara mas de lo necesario a mi, lo golpearía y me iría.

– Empecemos –Conteste sin animo alguno y el subió por su computadora y comenzamos a hacer el trabajo.

Ya teníamos como 3 horas trabajando en lo mismo, al parecer la maestra se había emocionado con aquel trabajo, apenas teníamos la mitad del trabajo y ya me había cansado y al parecer el también por que se paro algo desesperado del sillón.

– Creo que la maestra exagero con este trabajo ¿No crees? –Me pregunto algo frustrado, ¿Y quien no lo estaría con tanto trabajo? Además había sido aburrido, no hacer otra cosa mas que el trabajo– Yo digo que deberíamos descansar un poco y ahorita seguimos con esto, de verdad que mi cabeza no da para mas ¿Te parece que nos distraigamos un poco con la tele o alguna otra cosa que no sea el trabajo? Solo un momento y volvemos al trabajo ¿Si? –Me dijo casi suplicandome, no me gustaba la idea, pero decidí acceder, así que tomo el control de la tele y la prendió apenas tenía 5 minutos que la veíamos cuando sonó el timbre, lo mire confundido preguntandome quien sería, el se paro y fue a abrir, quería saber quien era, pero no lograba alcanzar a ver así que me concentre en escuchar, me quede blanca al escuchar aquella voz...