Lʟᴏʀᴏ́ ᴍᴀ́s ғᴜᴇʀᴛᴇ

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«Llorando estará recordando el amor que algún día no supo cuidar»
-Taboo, Don Omar.

Unas horas antes de la llegada de Lan WangJi.

Wei WuXian estaba entrenando a los discípulos menores nuevos, divirtiéndose con ellos cerca del muelle principal de su hogar, según sus palabras "Estamos practicando nuestro nado"; sin embargo, todos podían ver cómo claramente jugaban y se salpicaban con el agua, molestándose unos a otros.

Para el joven nigromante era uno de los momentos que le llenaban de dicha y felicidad después de todo el desastre que había sido la Campaña para derribar al Sol.

Divirtiéndose, observó cómo los discípulos a su cuidado reían fuertemente y le contagiaban la alegría con cada llamado que hacían a su persona; por extraño que pudiese parecer, era bueno disfrutar de esa manera el último día que estaría en su hogar, jugando y bromeando en el agua.

Con mucha ilusión en sus ojos, salió del cristalino cuerpo de agua en busca de los rayos del sol y secarse un poco antes de ir por algo de comer a la cocina.

Una vez que estuvo completamente seco, se colocó sus típicas túnicas negras con rojo y pequeños detalles en morado, como el loto que estaba fina y hermosamente elaborado en la parte posterior de la tela, identificándolo como un discípulo de Yunmeng Jiang. Estaba agradecido con Jiang Cheng por permitirle mantener consigo los colores que lo identificaban.

Wei WuXian ató su cabello en la media coleta que había usado desde que regresó desde los Túmulos Funerarios. Una vez que los mechones de su cabello estuvieron sujetados con firmeza y el listón caía mezclándose con algunos de sus cabellos, fue en busca de los menores para llevarlos de regreso al campo de entrenamiento, en donde continuarían con sus lecciones bajo la guía de Jiang Cheng.

En su camino se encontró con la figura blanca de su amado, Lan Zhan. Con los ánimos en alto, corrió a su encuentro y se sujetó de él, se sujetó tan fuerte como quien confía ciegamente en alguien, que confía en que estará siempre ahí para atraparte cuando caes o caminar a tu lado como un igual.

Wei WuXian se sujetó tan fuerte de alguien que creyó que estaría a su lado por el resto de sus días.

El nigromante acompañó a su zhiji fuera del muelle una vez que dejó a los menores de regreso en el campo de entrenamiento en donde fueron recibidos por Wen Qing acompañada del joven líder.

Envolvió su mano alrededor de la mano del contrario y los guio hacia un punto fuera de ojos curiosos y metiches, siendo consciente de que el Lan no gustaba del todo ser el centro de atención junto a su compañero. A veces, WuXian se preguntaba cómo es que el hombre soportaba su desvergüenza y no la atención de personas extras, rio bajito por el pensamiento.

Cuando decidió que ya estaban lo suficientemente alejados, soltó la mano de Lan Zhan y volteó para encararlo con la brillante sonrisa que lo caracterizaba y que le había traído problemas en su juventud cuando estudió en Cloud Recess.

Ignorante de lo que sucedería y feliz de verlo, continuó sonriendo en su dirección. Esa sonrisa deslumbrante seguía en dirección del de blanco.

Lan Zhan, creí que llegarías mañana. —Dijo contento al Lan, ignorando al cien por ciento lo que pronto le diría el otro. —¿Pasó algo? ¿Estás herido? ¿El maestro Lan quiso retenerte?

Preocupado de que algo pudiese haberle ocurrido a su Lan Zhan, buscó con la mirada algún signo que le indicara una herida o una lesión.

Antes de que pudiera continuar buscando cualquier herida, la voz de Lan Zhan lo llamó— Wei Ying, yo... Yo...

𝑺𝒂𝒚 𝒀𝒐𝒖 𝑾𝒂𝒏𝒕 𝑴𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora