Prólogo

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Siempre me sentí un poco fuera del mundo, como si no perteneciera en realidad a lo que era mi día a día.

Pero mis padres aseguraban que era solo porque no tenía muchos amigos, o porque no me gustaba mucho el tema de socializar.

Algunas veces sentía y veía cosas raras Mis padres lograban convencerme de que era normal, o que lo imaginaba.

De todas maneras, lo último que imaginaba que podría pasar sería que en realidad yo no era parte de lo que se le llama este mundo.

Pero llegó él, a buscarme, a enseñarme.

Aquella VerdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora