•El Cambio Sorpresa•KookMin

El Cambio Sorpresa.

—Señora Park puedo hablar con Jimin.

—¿Con Jimin? pensé que te dijo que se iría a Canadá con su tía.

—¿Qué?

—Hace dos días se fue, nos comentó que quería terminar su preparatoria allí.

Jeon aún no asimilaba las palabras de la señora Park.

¿Había perdido para siempre a su Jimin, a su mejor amigo y su primer amor?

—¿Estas bien cariño?

El rostro de Jeon había adoptado un color más blanco de lo normal, sus lágrimas comenzaban a descender y recorrer su hermoso rostro.

Le empezó a faltar el aire, puso su mano en el pecho por el dolor y por primera vez comenzar con un ataque de ansiedad.

Solo recuerda que cayó inconciente en el piso y luego despertar en el hospital recostado en una camilla.

Su mamá y la señora Park se encontraban allí conversando tranquilamente tomando un vaso de café y apoyadas en la ventana cuando se dieron cuenta que Jungkook ya estaba despierto.

—Oh Cariño ¿Estas bien? ¿Cómo te sientes?—Preguntó su madre mientras dejaba su café a un lado y se acercaba a su cama.

—Agua—Pidió en un susurro y con su vista adaptándose a la molestaba claridad.

La mamá envolvió una de las manos en la nunca de Jungkook y lo levantó lentamente para luego acercar el vaso de agua a sus labios. Una vez término de mojar su garganta y sentir un gran alivio, pudo hablar.

—Quiero estar solo, por favor—Su voz sonaba en tono de súplica mientras sus ojos observaban al vacío.

—Pero cariño...

—Por favor mamá, necesito estar solo.

—Es mejor dejarlo solo Ji-Eun.

—Pero...

—Vámonos.

La señora Park agarró a su amiga por los hombros y con algo de dificultad la saco de la habitación.

Pronto el vacío y la soledad le hicieron compañía, se sentía terriblemente mal y los recuerdos hicieron que comenzará a llorar como si estuviera soltando todo lo que acumuló desde el momento que se enteró de aquello, un vacío dominaba su interior, estaba muy arrepentido de la mierda que había hecho.

—Jimin—Susurró entre lágrimas—Lo siento tanto mi Jimin—Sus propios sollozos no lo dejaban hablar—Soy un completo idiota.

Después de esto los ataques de ansiedad eran más seguidos por lo que tuvo que quedarse internado en un hospital por dos meses.

Eran tan o más fuertes como la primera vez, por lo que tuvo que someterse a un tratamiento psicológico, sin embargo estos no ayudaban en nada.

Próximamente cayó en una depresión profunda aislandose lo más que podía del mundo.

Sus amigos y familiares estaban muy preocupados.

Estaba tan frustrado, sus planes habían sido rotos por sus problemas psicológicos, quería viajar a Canadá, pedirle mil veces perdón a su pequeño pero no pudo.

Sus dos meses libres de vacaciones se las paso en el hospital, no salía de un ataque de ansiedad y entraba en uno de depresión o a veces venían ambos.

Cuando estuvo algo recuperado, finalmente pudo entrar al colegio donde tuvo una buena bienvenida por sus amigos.

Pero nuevamente se sentía vacío, triste, lo extrañaba tanto, ya no vería a esa sonrisa tan hermosa todos los días, esa cabellera rubia y ondulada saltando por todo el lugar.