゚*.。𝗲𝗹 𝗱𝗶́𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝗱𝗶𝗺𝗼𝘀 🍰🦋

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Lunes 05 de abril

3:10 pm, después de clases.


Yoon Sanha entró como de costumbre diez minutos antes de la hora del almuerzo de su novio, al edificio de robótica de la escuela, el que casualmente está vacío ya que no son demasiados los cerebritos que deciden tomar la especialidad más difícil de todo el instituto.

Le lleva un súper emparedado y es algo de cada final de semestre, porqué sabe que si él no lo hace, Cha Eunwoo es completamente capaz de no ingerir alimentos durante todo el día con tal de no desperdiciar minutos sumamente preciados para la realización de su trabajo semestral.

Para cuando ha cruzado el limite de las personas no autorizadas, se mofa bajito, porqué sabe que si alguien lo descubre lo sacarían a patadas, pero eso jamás ha sucedido antes. Así que se dispuso a dejarle el delivery sobre el escritorio y no tardara mucho, sabe que está vez debe ser mucho más complicado porqué Eunwoo no le ha llamado desde hace dos días y sólo le envía textos a la una de la madrugada que dicen "Descansa, lo siento :("

Pero tiene algún tipo de desorden compulsivo que no le permite alejar las manos de la mesa de trabajo

Nunca había visto tal desorden con papeles arrugados y arrojados por doquier en el suelo, el ordenador con un sin fin de ventanas emergentes abiertas, lápices despilfarrados, piezas de motor sin clasificar, cables desenchufados, un verdadero desastre.

Bufó con una sonrisa enternecida, Cha eunwoo era la persona más pulcra y organizada que conocía, pero no iba a detenerse a arreglar el desastre cuando tiene cosas más importantes que hacer.

Así que, lo mejor que se le pudo ocurrir fue hacer algo lindo por él, así cuando termine sólo tendría que preocuparse por ir a descansar y tal vez llamarle un ratito a su novio en lugar de quedarse otro rato a limpiar. Eso ya lo haría él, al fin de cuentas aún faltaba un poco más de una hora para que sus tutorías comenzaran.

—¿¡Qué estás haciendo!?

Escuchó la terrible exclamación desde el otro extremo del laboratorio, fue duro y frío al mismo tiempo que expresaba la gran sorpresa. Fue suficiente para que incluso los vellos de la nuca de Sanha se erizaran y sintiera un escalofrío recorrer su cuerpo.

Se quedó sin palabras, por eso no pudo responder ante la mirada furiosa de Eunwoo que de pronto empezó a avanzar en su dirección, le sujetó por las muñecas y le hizo soltar los engranajes que sostenía entre los dedos.

—¡Joder, Sanha! ¿Estás ciego? ¿No ves que hay una puta etiqueta de advertencia?

—Y-Yo... —fue el único balbuceo que pronunció con dificultad y es que nunca había visto al chico actuar de esa manera, tan molesto.

De pronto el agarre en la mano empezaba a arder, sus dedos parecían querer fundirse en su piel rojiza.

—¿Tu..? —seguía perforándolo con la mirada. —Pudiste arruinarlo todo y salir herido al mismo tiempo, al menos una jodida vez ¿por qué no pones atención?

Tan pronto con los gritos escaparon, los ojos redondos empezaron a llenársele lágrimas contenidas, le dolía el tono, pero le dolía aún más que le gritara de esa manera frente a sus compañeros de clase. Eran diez malditos freaks, pero eran suficientes para hacerlo sentir humillado.

El peso de sus palabras cayó como un saco de rocas sobre sus hombros. Tardó muchos segundos en reconocer como usó inconscientemente su debilidad e inseguridades para hacerlo sentir mal frente a toda esa gente.

Ese fue el asunto con Cha Eunwoo, era la persona más inteligente que conocía, con un IQ superior al de la mayoría y un humor rebuscado que sólo entendía su amigo Jinwoo, con el único con el que reía sinceramente hasta privarse de la asfixia.

Yoon Sanha era la cara bonita con la que salía, el chico brillante y divertido que de alguna manera le enternecía los días, pero eso era todo, no había chispas emocionales, no era como si estuvieran conectados, porqué no se entendían el uno al otro, al menos eso terminó creyendo Sanha.

Y es que en ese momento, cada uno de los recuerdos más ácidos vagaron en su memoria, como esa tarde de enero, cuando estuvo tan desorientado sobre cual libro de bocetos enviar a la universidad antes de las pruebas de admisión y en lugar de preguntarle a Minhyuk o Bomin que siempre halagaban su trabajo, decidió preguntarle a él, su novio.

"Entonces, Nunu, ¿Cuál crees que sea mi estilo? el que haga que los directivos estén ansiosos por aceptarme"

Esa fue la pregunta directa, había estado enseñándole boceto tras boceto de cada cuadernillo y tenía la mirada esperanzada, porqué algo en su interior le hacía sentirse orgulloso de su trabajo. Pero Eunwoo fue el primero en destruir la ilusión cuando alzó la mirada y lo encontró con los ojos pegados a porty, el portátil, anotando códigos en una base de datos que no entendía.

Dejó escapar un suspiro, dándose cuenta, que no había prestado ni un poco de atención. Pero no hizo un drama de eso, supuso que lo suyo era más importante. Como era de esperar, Eunwoo tenía su lugar asegurado en la mejor universidad de corea y era mucho más difícil mantener esa plaza que buscar una en Incheon, que era una ciudad un poco más pequeña, en una facultad aun más pequeña para una minúscula fracción de la población que extrañamente quiere estudiar diseño de modas. Definitivamente no podía quitarle el tiempo con sus asuntos secundarios.

Había otras tantas historias como esas, donde Sanha se sentía cada vez un grano de arena en el mar completo que era Cha Eunwoo, insuficiente, tonto. Solamente un rostro bonito y ni siquiera el más bonito de ambos, hasta en eso, Cha Eunwoo era superior a él y le dolía, le dolía tanto no ser suficiente.

Ahí, con su mano sujetándolo fuerte, su mirada rabiosa y los ojos adversos llenos de lagrimas contenidas.

—Esta vez tuve suficiente. —pronunció con un hilito de voz antes de romper en llanto silencioso. —Estoy harto de todo esto, de ti, de ser tu maldita sombra, de que incluso mi madre me compare contigo ¡De nunca ser suficiente para ti!

Su corazón martilleaba de dolor y ansiedad mientras los ojos abriéndose de sorpresa de Eunwoo reconocían lentamente cuanto lo había arruinado.

—Esto se acabo. —dijo tajante, limpiando las lágrimas de sus ojos intentando mantenerse calmado.

Dejó caer la bolsa que tenía la basura importante y salió del laboratorio, empujando a los compañeros que lo miraban perplejos, nunca habían visto a uno de los chicos más populares del instituto llorando como una magdalena por uno de esos renegados sociales, que era terriblemente guapo, pero antipático.

—¡Sanha! —le escuchó gritar tras él, incluso podía oír sus pasos seguirle, pero él no iba a detenerse. —¡Regresa por favor!

Evidentemente no lo hizo.

・ ୨୧ ・

[Bloc de notas] :

Miércoles 07 Abril

𝒬𝓊𝑒𝓇𝒾𝒹𝑜 𝒹𝒾𝒶𝓇𝒾𝑜.

Es tan inteligente, pero no lo suficiente para saber que quería que viniera detrás de mi.


⚠️ [notas adicionales]: Fingir un resfriado para no ir a la escuela mañana, no hiciste la tarea y no tienes ganas de seguir escuchando que ser soltero es lo mejor del mundo

⚠️ [notas adicionales]: Fingir un resfriado para no ir a la escuela mañana, no hiciste la tarea y no tienes ganas de seguir escuchando que ser soltero es lo mejor del mundo

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