Nuestro Eclipse

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La señora Nube Howell, una madre sencilla, de mente abierta y comprensiva que cuidaba de su hija

Su hija la unica familia que le quedaba a excepción de su hermana que vivía en otro país bastante lejos de ella y max, los abuelos de max habían fallecido cuando max tenía 5 años y su esposo...

Aquel alfa, el amor de su vida, era un hombre que amo pero que la dañó hasta los huesos, era egoísta y desalmado, la maltrato y daño mucho tiempo cuando se dio cuenta que ella estaba embarazada, aunque el lazo del mundo los uniera el no quería un bebé, no quería una carga

Cuando max nació todo empeoro, el era el causante de los traumas y padecimientos sicológicos de max, el planto la idea en max de que era...una carga

Maldita niña, te detesto- le replicó a una max de 5 años- te mataré- la tomo del brazo para plantar un golpe en su cara

Nube se encontraba tirada en el piso casi inconsciente, no pudo detener a su esposo, el que tanto amaba y tanto la lastimaba a ella y a su pequeña

Max lloraba, tenía golpes en su cara, brazos y estómago, ella no entienda por qué aquel hombre que se hacía llamar su padre la odiaba tanto

Eres una carga, una maldita carga- la golpeó reiteradas veces

Cuando por fin la dejo, max se arrastro hacia su madre que aún se encontraba tirada en el piso y se aferró a ella, las horas pasaron y su madre logró levantarse con todas sus fuerzas, abrazando y pidiendo perdón a su pequeña...

Aquella vez fue una de tantas veces que las maltrato, dos años después aquel hombre había muerto en un accidente de auto por manejar ebrio, cuando su sucedió aquella mujer sintió como su alma se rompía, casi muere pero el pensamiento de dejar a su hija sola le salvó la vida, literalmente

Ahora aquella omega después de mucho tiempo se encontraba en su casa, un domingo a las 8 de la mañana comiendo su desayuno, esperaba a su hija sabiendo que venía con una acompañante

Ella estaba orgullosa de max, de lo mucho que había avanzado estos años y de lo fuerte que era, aunque aveces se debilitará seguía adelante

Antes de que pudiera seguir divagando su teléfono sonó, lo tomo mirando al remitente

(Desconocido), miro el nombre y con curiosidad contestó

Si buenas- dijo amablemente

Hola, usted es la señora Howell- hablo una mujer con una poderosa pero amable voz

Si soy yo, quien llama?- pregunto

Oh disculpe, soy la señora Andrade- le respondió aquella mujer

Disculpe ¿quién?- hablo confundida

Soy la madre de alexa, la amiga de su hija- ahora entendio, recordaba el nombre de la chica que defendió a su hija y a la que conocería muy pronto

Oh entiendo, quiero pedirle disculpas- le dijo

¿disculpas, por qué?- le dijo

Por que hayan lastimado a su hija- se sintió culpable

No sé preocupe, alexa es una niña de gran corazón y seguro que su hija también- se detuvo- además la defendió por una buena razón, su hija no merece que la molesten