12 de marzo

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Hoy es su cumpleaños. Hace 26 años que nació la persona que más he querido en el mundo. Hoy, 12 de marzo.

Me levanto temprano con la luz del sol que entra por mi persiana. Hace un día soleado, como los que pasábamos él y yo en el campo cuando éramos pequeños.

Me visto y bajo a la cocina para comer algo rápido. Tengo pensado pasarme temprano a por su regalo. En cuanto he acabado cojo mi móvil, las llaves de casa y las del coche. Monto en el coche aparcado delante de nuestra casa. Aunque sea por la mañana sigue habiendo trafico en Londres, así que  tardo un poco más de lo previsto en llegar a la floristería. El vendedor ya me conoce y me prepara el ramo que le encargué. Cuando ha acabado, le pago y me despido con una sonrisa y un “Gracias”. Acabado esto paso por la tienda de discos. Allí compro un CD recopilatorio de Bruce Springsteen, su cantante favorito.

Con todo ya en el coche me dirijo hacia dónde puedo encontrarme con él. Llego. Allí esta. Como siempre. Veo la placa que me indica que esa es su tumba. Hace ya tres años que murió pero cada 12 de marzo sigo visitándole. Sigo felicitándole y comprándole algo. La primera lagrima del día empieza a resbalar por mi mejilla ya a ella se le siguen muchas más. Dejo el ramo y el CD al lado de su tumba.

-Mira lo que te he traído. Es un Cd de Bruce.- Le digo sonriendo como puedo. – Desde que te has ido todo es más difícil ¿sabes?- No espero respuesta, sé que no puede.- Pero los chicos, después de tanto tiempo, están volviendo a componer. Quieren sacar un disco porque saben que tú querrías que siguieran adelante. Todos lo intentamos, pero es difícil. Muy difícil. Te quiero. – Las lágrimas me nublan la vista y no hago nada para remediarlo. Cuando consigo tranquilizarme un poco sigo hablando.- Tom y Giovanna van a tener un niño. Han decidido llamarlo Danny, como tú. Seguro que saldrá tan guapo como sus padres.

El día se acaba y yo vuelvo a mi casa.

Mañana será otro día. Otro día sin él. Sin su sonrisa imperfecta pero a la vez perfecta a su modo. Sin ver sus ojos azul grisáceos. Sin ver sus innumerables pecas. Otro día sin escuchar su escandalosa risa y sus chistes malos. Sin verle bailar de esa forma tan extraña. Sin ver como abraza a Dougie, como se saludan Harry y él o cuando besa a Tom en la mejilla. Otro día sin sus besos. Pero será otro día.

Yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora