Capítulo 20

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Kim Yuwon nunca antes había estado en esa posición, y si era sincera, no sabía cómo manejarlo

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Kim Yuwon nunca antes había estado en esa posición, y si era sincera, no sabía cómo manejarlo. No sabía qué hacer, porque no se había preparado en algún momento para ello.

-Taehyungie, ¿qué estás haciendo? -preguntó con voz dulce, amorosa.

Taehyung, su bebé, la miró mientras sostenía el juguete de tiranosaurio que su abuela -su mamá- le regaló tantos años atrás. La abuela de Tae siempre le quiso a pesar de todo, a pesar de los dichos del resto de su familia, y Yuwon siempre lloró su pérdida porque a Taehyung le afectó horriblemente también.

Los labios de Taehyung temblaron.

-Es domingo -murmuró, observando otra vez sus dinosaurios repartidos por el suelo del comedor-, gatito viene todos los domingos a jugar conmigo -miró la hora, ansioso-. Pero viene tarde. Viene una hora tarde...

La mujer se sentó al lado de Taehyung, tomándole la mano para llamar su atención. Recordaba la expresión del muchacho el día anterior, cuando llegó a casa, con Hoseok detrás y otro chico que no conocía, pero sin Yoongi ni Jungkook por algún lado. Hoseok lucía alterado en tanto Jimin, que había salido con ellos (le dijo después), le explicaba que ocurrió un problema y venía a dejar a Taehyung para que nada malo les pasara.

Una vez a solas, le preguntó a su hijo qué ocurrió. Taehyung habló con tono monótono y rostro inexpresivo, pero en sus ojos observó sentimientos que no veía casi nunca: tristeza y pena y dolor. Sentimientos que vio sólo cuando su abuela falleció.

Yoongi dijo que no soporta verme y que me perdiera, pero no lo entiendo. No sé qué quiso decir. Mami, siento mi garganta apretada, ¿me voy a enfermar? No me siento muy bien...

Yuwon sólo pudo abrazarlo, tratando de contener las lágrimas, incapaz de llorar porque no quería asustarle.

Y ahora...

-No creo que Yoongi venga, Tae-le dijo sin perder el tono suave.

Pero Taehyung se crispó, viendo su rutina interrumpida.

-¿Por qué no vendría? -replicó-. Está bien si no soporta verme, siempre puede vendar sus ojos y venir. Pero sigo averiguando eso de perderme, tú me dices que debo tener cuidado para no perderme, entonces es contradictorio. Tal vez...

-Taehyungie-le interrumpió-, puedo jugar yo contigo. O puedo llamar a Hobi y Jin para que...

-No, ¡tiene que venir Yoongi! -contestó Tae-. ¡Yoongi viene todos los domingos a jugar, debe venir hoy también!

-Bebé...

-¡Yoongi es mi novio y los novios nunca se dejan plantados! -la voz de Taehyung se quebró-. Él es mi novio aunque diga que está harto de mí, ¿cierto, mamá?

Yuwon no sabía qué decirle y sólo lo abrazó, escuchando los murmullos de su hijo contra su hombro, tratando de no llorar por todo el dolor que estaba sintiendo.

Muñequito de porcelana || JunghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora