Capítulo 2

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Me agrada

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Me agrada.

Todoroki Shoto estaba en un puesto de comida picante, ese lugar era reconocido por tener la mejor de esta, pensó por un momento en llevarle comida preparada por su chef  personal, que les preparaba deliciosos platillos a él y su familia, pero recordó que había un nuevo puesto de comida picante bastante solicitado, así que decidió comprar la comida de aquel lugar.

Al ser un príncipe claramente lo atendieron primero y en otro lugar alejado de las personas, le entregaron su pedido y se fue directo a la playa. 

°|||°

-- ¡Hey!. -- grito con la esperanza de que aquel tritón apareciera, le entregara la comida y se ahorrara mojar sus prendas, sin embargo todo era calma.

Dio un suspiro y se quito los zapatos; la suave y caliente arena los quemaba pero también los acariciaba, poco a poco fue dando un paso hasta que el oleaje alcanzo sus desnudos pies, una vez con la mitad de su cuerpo dentro del agua, suspiro y se lanzo al precioso mar.

Comenzó a nadar rápidamente, en un intento de dar una bocada de aire, termino hundiéndose de no ser por un fuerte agarre en su cintura que impidió que se hundiera mas.

-- Tranquilo bastardito, primero me das mi comida y después te mueres. -- dijo aquel tritón que por segunda vez le salvo la vida mientras lo ayudaba a sentarse en la piedra entes acordada.

-- Ten. -- habló serio extendiéndole la bolsita que contenía el alimento. 

-- Aja.. -- el contrario le arrebato la comida para aspirar el rico aroma que desprendía la bolsita.

-- Bien, ya que estamos a mano y tu tienes lo que querías.. ¿Puedes llevarme a la orilla? por favor. -- finalizo extendiendo sus brazos hacia el otro.

-- ¡¿Qué?!, ¿Me ves cara de transporte o algo así?, vete tu solo maldito miedoso o te costara otro favor. -- formulo mientras se devoraba la comida. 

-- No soy un miedoso y ¿Acaso no tienes amigos con quien compartir?. -- miraba con el ceño fruncido como el otro no pensaba ni dejar las boronas. 

-- Tsk... no voy a compartir mi comida con esos malditos extras. 

-- Que linda.

-- ¿De qué hablas bastardo?

-- De tu aleta, me gusta mucho el color, además me gustan mucho tus ojos rojos. -- dejo a un lado su tono serio y cortante para comenzar a relajarse y admirar al otro.

-- Que estupideces dices. -- lo miro avergonzado. -- tus ojos bicolores también son lindos, pero eso no le quita que son raros y feos. -- escucho una pequeña risita del contrario.

-- Decídete, ¿Son lindos o feos?. 

-- Lindos ¡joder!. 

-- Que me dices de esta horrible cicatriz. -- pregunto con una sonrisa amarga.

-- ¿Qué?, ¿Esa increíble cicatriz?. -- Shoto se sonrojo por lo dicho. 

-- Es horrible. -- tomo su mano y se cubrió esa parte de su cara. 

-- Claro que no idiota. -- el cenizo aventó la mano del otro para que dejara de esconderse. -- A mi me gusta y si alguna otra persona te dice que es fea, pues que se joda. -- finalizo haciendo sonrojar aun más al otro. 

-- Me siento bien estando contigo.

-- Tsk, yo también maldita sea, al menos no eres tan molesto como los otros extras. -- admitió. 

-- ¿Nos volveremos a ver?. -- pregunto el joven príncipe.

-- Si usted quiere su majestad. -- bromeo un poco. -- No lo se, tu tienes piernas y yo una aleta, tal vez una bruja o hechicera que conozcas pueda ayudar en esto, me encantaría probar algo nuevo. -- pudo notar como al príncipe se le venia una idea a la mente. 

-- La hechicera que ayudó a mi ex-esposa a volver a ser una sirena, nos puede ayudar a nosotros.

-- ¿Ex-esposa?, ¿Qué acaso no eres muy joven para eso?. -- algo dentro del tritón se removió cuando dijo la palabra "Ex-esposa".

-- Nunca nos casamos. -- aclaro. -- Eso hicieron creer al reino, ni ella ni yo estábamos dispuestos a hacerlo, el corazón de aquella bella princesa le pertenecía a una joven campesina, sin embargo, para la sociedad eso esta mal.

-- ¿Eso?. -- interrumpió el contrario.

-- Una relación afectiva entre dos personas del mismo genero.-- respondió. -- La sociedad las desprecio y las trato con indiferencia, cada que las miraban en su vista se reflejaba el odio y el disgusto, después de eso las dos decidieron marcharse y nadie volvió a saber se ellas. 

-- Vaya sociedad de mierda, sin embargo, tengo curiosidad de conocerla.

-- Iré a hablar con Ochako Uraraka. -- por inercia se aventó al agua siendo atrapado por el cenizo.

-- Espérate idiota, yo te llevo. -- Shoto asintió y se sujeto de su cuello. -- Dijiste que esa bruja-

-- Hechicera. -- corrigió.

-- Es lo mismo maldita sea. ¿Ella volvió a convertir a la bastarda esa en una sirena de nuevo?, no me quiero quedar con esas estúpidas piernas para siempre.  

-- Es lo que se contó, que ella se perdió con su amada entre el mar.

Los dos jóvenes llegaron a la orilla y se despidieron con un ademan de manos el cual a Bakugo le pareció estúpido, los dos tenían que regresar a hacer sus deberes y comenzar a poner en marcha su ideal. El príncipe en su camino y mientras sus prendas se secaban, iba pensando en aquel rubio,  es la primera persona que se siente tan bien hablando con él, y también es con la primera persona que su corazón pide expresarse libremente. 

- Vaya ese tipo enserio...

Me agrada. 

- Créditos del dibujo de los separadores a su respectivo autor

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- Créditos del dibujo de los separadores a su respectivo autor. 

- Lamento si es muy aburrida y complicada al principio la historia, pero primero quiero que se aclare el tema del prólogo. 




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⏰ Última actualización: Jun 10, 2021 ⏰

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Sumergirse en el mar - BakutodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora