Mi querido angel

Hermandad

—¿Verdad o reto? —pregunta Keith a Scott.

—¿Bromeas? ¿Por qué siempre ami?

—¡Solo contesta! —en forma de coro todos le responden acompañado de risas.

Era una noche fría en diciembre, todos sentados en el suelo en medio de la sala en forma de circulo festejaban la llegada del año nuevo. Había comida, botanas y musica clásica en bajo volumen. Los amigos George, Keith, Hiro, Lexa, Sam y Scott jugaban el clásico juego de "Verdad o reto" como acostumbraban todos los años en ese dia para sacar todos los acontecimientos que habían vivido durante todo el año, tenían la tradición de juntarse a festejar el año nuevo juntos en esa cabaña en la montaña de la ciudad de Snowmass Village cerca de Aspen, Colorado.

—Elijo verdad. —responde Scott borrando su sonrisa de su rostro y poniéndola triste.

—Ok, ¿Qué es lo que extrañas hacer y darías todo lo que sea por hacerlo otra vez? —pregunta Keith.

—Me gustaría jugar otra vez videojuegos con Yuri. —responde con una mirada triste y mirando al suelo.

George con un gesto de preocupación apoya su mano en el hombro derecho de Scott mientras movía su cabeza suavemente interpretando un sí. La sala se llena de silencio y todos se miraban fijamente.

—Nadie sabe nada. —argumenta Lexa al tallarse la nariz.

—¿Nadie ha sabido nada? ¿En serio? —pregunta Sam.

—No. —responde Hiro con una mirada fría mientras se ponía de pie.

—¿Hiro? ¡No te vayas!. —Keith exclama tomando al tomar la mano de Hiro para que no se retire.

—Solo ire por otra soda. —le responde Hiro.

—¡Vamos, quiten esas caras tristes, Yuri no quisiera que estuviéramos asi! —argumenta en voz alta Sam mientras aplaude.

—¡Es verdad! —exclamo Keith mientras se levantaba para ir a poner una musica moderna para bailar todos juntos —, Yuri siempre ponía el ambiente en este lugar, en su honor yo lo are ahora.

—¡Si!, ¡A bailar! —los demás gritaban excepto Hiro mientras bebía su soda en lata.

Todos se habían levantado para empezar a bailar, todos intentaban imitar bailes que Yuri acostumbraba hacer para hacer reír a los demás mientras pasaban uno en uno en medio del circulo que formaban. Keith le subía más y más a la musica mientras reía con lágrimas de felicidad en sus ojos.

Todos extrañaban a Yuri, era una persona que estimaban demasiado. Un 23 de junio del año 2013 desapareció, sus padres decían que se había ido repentinamente a España donde sus tíos. No había preparado maletas, se fue muy rápido ya que tenía ropa que había dejado en vacaciones anteriores, sus padres no mencionaban nada más al respecto. Su celular marcaba como fuera de servicio, en su correo no contestaba y en sus redes sociales su conexión estaba ausente. Sus amigos estaban preocupados de que ni siquiera se había despedido.

[Antes, 12 de abril del 1999]

—Yuri a pesar de tener solo siete años, es uno de nuestros estudiantes más brillante que ha tenido nuestro colegio y lamentaremos mucho si se fuera. —argumenta la directora de un colegio primaria enfrente de los padres de Yuri, la Sra. Carol y el Sr. Mason.

—¿Qué clase de primaria es esta? ¡Donde aceptan que sus estudiantes agredan asi a mi ángel! —en voz alta exclama con furia el Sr. Mason en la oficina de la directora.

—Ya mi vida, alterarte no solucionaras nada. —la Sra. Carol intenta controlar a su esposo mientras lo toma fuerte de su mano izquierda. —Hey, Yuri, porque no esperas a mami y a papi ahí afuera. —le dirige la palabra a Yuri.

—Si, esta bien. —con una voz tranquila y agachando su cabeza sale de la oficina de la directora esperando en el pasillo mientras escuchaba la discusión.

Yuri era uno de los estudiantes más brillante del colegio, era muy sobresaliente en sus calificaciones y tambien ante todos los alumnos, era el estudiante preferido de los docentes del colegio. Su mirada siempre era tierna con sus ojos de color verde, cabello largo y rubio castaño claro como el de su madre, y su piel era blanca, pero no tanto como la de su madre, Yuri le había sacado más a su padre en ese aspecto.

El timbre había sonado en el colegio avisando que las clases habían finalizado, lo alumnos pasaban enfrente de Yuri rápidamente para retirarse, pero cada vez que pasaban se escuchaban murmullos seguido de risas.

—ahí estas, niñita —tres niños de la edad de ocho años se acercan con Yuri con una voz burlona. —¿Dónde están tus papis, he?, No hay nadie quien te salve, ¿Quieres otra paliza?, Ha, ha, ha. —le dicen mientras acorralan contra la pared a Yuri sin dejarle ninguna salida.

Se abre la puerta de la oficina de la dirección y sale de ella la Sra. Carol.

—Largo de aquí niños malcriados —la Sra. Carol les grita a los abusadores furiosa mientras los 3 niños que molestaban a Yuri se alejan corriendo —, ¿está bien mi bebé? —con preocupación pregunta.

—sí, mamá, pero ya no soy un bebé —responde Yuri.

La Sra. Carol se sienta de cuclillas para mirarle de frente y poco a poco acerca su rostro hasta chocar su nariz con la de Yuri sin retirar su mirada de sus ojos.

—Para mí siempre serás mi bebé. —la Sra. Carol le dice esas palabras con ternura mientras le acaricia su cabello.

De la oficina de la dirección sale el Sr. Mason y tambien se sienta de cuclillas junto a Yuri.

—Tenemos que irnos.  —dice susurrando con una tonada alegre para hacer sentir bien a Yuri.

Se levantan y tomando de la mano a Yuri se dirigen al auto. Ya en camino en casa en el auto.

—¿Qué les parece si nos mudamos? —el Sr. Scott hace una pregunta en general mientras le baja el volumen al estéreo del auto.

—¡Si!, ¿No te parece genial la idea Yuri?, —la Sra. Carol responde con una felicidad fingida para alegrar a Yuri —conocerás otros lugares, parques, super mercados, una nueva casa y más.

—Esta es la cuarta vez que nos mudaremos —responde Yuri con cara triste —, y todo por mi culpa.

—No digas eso mi amor, nada es tu culpa. Todo estará bien, ya lo veras. —responde la Sra. Carol despues de mirar hacia atrás de su asiento donde estaba Yuri para acariciar su mejilla.

[Presente, 31 de diciembre 2019]

Todos los amigos contaban en cuenta regresiva para gritar "Feliz año nuevo", al llegar a cero todos festejaban con abrazos y felicidad. despues levantaron sus vasos, unos con soda y otros con vino apuntando hacia la luna hicieron una pausa en silencio.

—Y feliz año nuevo tambien para ti Yuri . —menciona Hiro.