HISTORIA

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(mes de junio... Temporada de lluvias en Japón)

Era un día nublado, las montañas eran poco visibles por la niebla, era de noche y un joven estaba en su finca viendo el oscuro bosque que lo rodeaba, se iba a disponer a irse a dormir pero algo interrumpió su andar.

A unos metros se escuchaba a una joven correr cansada, esto llamo la atención del pelinegro haciendo que se asome para ver que estaba pasando, lo único que pudo observar fue que alguien dejo una canasta cerca de su casa oculta en unos arbustos y después de eso la joven se fue corriendo seguida de unos demonios a unos metros de lejanía

Cuando estuvieron lo suficientemente lejos el joven salió a ver lo que había en la canasta, cuando la tomo vio a una bebé dormida con unos rasguños, se adentró a la casa con la canasta para después escuchar los gritos de la mujer, ya no podía hacer nada.

Después de un rato empezó a llover, tendrá que llevar a la niña cuando el clima cambie, será peligroso bajar de la montaña lloviendo y con demonios rondando por ahí, dejo a la niña en el piso y cerro su casa para evitar intrusos

En cuanto el azabache se volteo hacia la niña esta ya se encontraba despierta viendo al joven, este frunció el ceño y la niña solo rio ante sus gestos,

-JA, JA, JA – dijo frustrado con tono sarcástico- y ahora que se supone que haga, te debiste de quedar dormida- dijo caminando hacia la bebé para buscar en la canasta algo – ¿!no hay nada más que un biberón?¡¡- dijo aún más enojado

Ese tono hizo que la niña se asustara haciendo que llore demasiado, y claro esto hizo que el pelinegro se enfadara más pero ahora con el mismo, no sabía cómo cuidar a un bebé, tenía 19 años era razonable y más si nunca convivio con niños

Trato de tranquilizarse, dejo a la niña llorar y se fue a ver si había leche, no sabía si le hacía bien la leche que el tenia pero no perdía nada intentándolo, se llevó el biberón a la cocina y le preparo la leche, se le quemo un poco pero no sabía mal a su parecer,

-toma- le dio el biberón cuando se aseguró de que no estaba muy caliente, la bebé ya estaba grande y ya podía sostener el biberón así que lo único que hizo el pelinegro fue dirigirlo a su boca, la niña solo lo tomo y procedió a beberlo para que al pasar el tiempo se quedara dormida

El plan de hotaru consistía en esperar que sea de día para llevar a la niña al orfanato, pero se arruino con la lluvia, es probable que pase más de un día nublado y eso hace que haya demonios, así que tendría que esperar mucho más en su casa, cuidando de la niña

Habían pasado tres días y aún seguía nublado, unos días llegaba la lluvia más que otros y eso hacía más difícil saber cuándo se acabara el "infierno" de dicho joven pelinegro

Hotaru se estaba preocupando ya que la leche se había acabado y le daba puras verduras a la bebe, no sabía si le hacía daño pero no tenía a nadie para preguntar, si alguien lo viera le diera ternura, ya que este hacia caras raras y sonidos para que la niña comiera o abriera la boca,

Cinco días, era una noche con una lluvia horrible, muy ruidosa, esto hacia que cierta bebé se asustara y llorara mucho, esto hizo frustrar a hotaru, el dejaba a la niña en la sala sola en la canasta en que la dejaron, obviamente la dejaba cobijada

Cansado de sus gritos y llantos fue por ella y la llevo a su habitación, ya ahí la dejo al lado de su futon con la canasta pero aún seguía llorando

-¿Qué más quieres de mí?- dijo a la nada el pelinegro casi en un grito, se escuchó un trueno bastante fuerte, lo suficientemente fuerte para asustar al mayor, agarro a la niña con desgano y la acostó con el

||Se Mi Maestro|| //Kyojuro × Oc\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora