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Soy Ryo, tiene el significado de dragón ya que es de origen japonés. Vivo en los Estados Unidos y mis padres son muy trabajadores, casi nunca los veo, de hecho me crio una sirvienta. Ella era mi verdadera madre. Pero eso se explicará más adelante. Más importante, una persona llamada Todoroki Enji llegó con el propósito de llevarme a Japón, me prometió cuando era pequeña que lo haría.

Me llevaría a un lugar donde podria cumplir mi sueño que es convertirme en héroe. Cuando cumplí los 15, vino a america por mi, no se como convenció a mis padres pero dijo que cuando llegaramos a su casa lo entendería todo, no le puse mucha importancia, me encontraba feliz y emocionada como para dañar mi humor. Estábamos en un yet privado y el estaba en el asiento de al lado, yo en el asiento de la ventana mirando el panorama con una sonrisa en mis labios.

- Enji, quiero entrar a la mejor escuela de japon para heroes - le hablé sin despegar mi vista de la ventana. El tardo en responder haciéndome dirigir mi vista a el para que lo hiciera.

— Claro que iras a la mejor, sino no le hubiese molestado. — con su expresión fruncida y voz intimidante respondió. Yo le sonreí con dulzura.

- Gracias - mis ojos brillaron. Realmente estaba muy agradecida con el, debía pensar bien como devolverle este gran favor que me estaba haciendo. - Espero y llevarme bien con tus hijos, cuéntame mas de ellos. - pedí volviendo mi mirada a la ventana.

Enji me hablaba frecuente de sus hijos, me gustaba oírlo, también me mostraba fotos y me describía a detalle cada uno.
Nunca tube amigos de verdad y deseaba tenerlos con ellos, o al menos intentar.

Enji me habló tal como pedí, solo me contaba lo orgulloso que esta aunque no lo demuestre y sea consiente de que lo odian, siempre me mostraba unos ojos de querer hacer algo al respecto para que sea diferente. Le dije que nunca es tarde para hacer lo correcto sonriendo y que de seguro no es tanto su odio, es imposible, ni yo odio tanto a los míos. Además de que me gustaría que mis padres deseen así cambiar como Enji lo desea.

Nunca me dijo exactamente que quiere cambiar, pero lo sé al ver sus ojos de tristeza cuando menciona que sus hijos lo odian, me dice que ha hecho cosas en el pasado horribles. No soy psicóloga pero cuando cumplí los 13, me contó después de tanto rogarle el porque lo odian y demás. Pero después de escucharlo y reflexionar le dije con toda mi sinceridad que; no fue solo su culpa, sino de todos.
Pero bueno, eso se detallará más adelante. No hay prisa.

—-{❄️🔥}-—

Al llegar a Japón fuimos a casa de los Todoroki estaba nerviosa y emocionada. Podré hacer lo que quiera en Japón sin que mis padres me lo prohiban algo, y no se meteran más ya que Enji se hará cargo de mi. Sonaba irreal. No me importaba cual haya sido la forma que convenció a mis padres, cualquiera que sea iba a aceptarla a cambio de esta nueva vida maravillosa que iba a tener. Un nuevo comienzo.

Al entrar a la casa, tenia un al estilo japonés tanto el interior como el exterior de la enorme casa. Increíble, cosas nuevas.

— Ya llegue! — quitándose los zapatos en la entrada exclamó Enji esperando respuesta. Me quité también mis zapatos copiando la acción de Enji. Y qué raro, nadie respondía

¿Tanto así lo odian? No, de seguro no estan en casa.

- No hay nadie en casa? - le pregunté a Enji el cual me invitaba a pasar tomando dos de mis siete maletas. No es mucho, es lo necesario. Iba a quedarme por tres años, no traje todo porque me compraría lo demás en Japón.

— Bienvenido. — una voz femenina respondió al llamado de Enji, llegando a la entrada de la casa nos vio y se sorprendió. — Oh! Tú debes ser Ryo! mucho gusto soy Fuyumi — amable se acercó a tomarme de las manos sonriendo cálidamente.

¿Prometida?  𝚂𝚑𝚘𝚝𝚘 𝚇 (𝚝𝚗) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora