Duelo de Espadas ⚔️ Kookmin ⚔️ Omegaverse

Un duelo de espadas...

— ¡Tierra a la vista! — La voz ronca del alfa era clara y en un buen tono mientras juntaba sus manos alrededor de su boca ahuecada y gritaba a la tripulación del barco desde arriba.

Pronto, varios marineros corrieron hasta el borde de madera bien pulida y firme, donde se inclinaron y se estiraron hasta que vieron, a lo lejos, una montaña que se elevaba. Al verlo, la mayoría de ellos comenzó a gritar emocionados y se apresuraron a llamar al capitán para hacer el anuncio y ver si cambiaban de rumbo. Dos de ellos descendieron al interior del barco, bajaron unos escalones y se detuvieron frente a una puerta de madera mientras se enfrentaban.

— ¿Y ahí? ¿Llamas y hablo o cómo será? — sugirió el alfa pelirrojo, cruzando los brazos.

— Como sea, Hoseok — el otro gruñó. — Podríamos decirle a Sejoon que cambie la ruta sin el permiso del capitán, pero tengo miedo a la mierda y se enojará más tarde. Dijo que no quería que lo molestaran. — Miró a Hoseok pensativo, sin saber qué hacer.

— Sí, pero sabes que es como un descubrimiento. La isla no está en el mapa, ¡Puede haber algo interesante o muy valioso allí! El capitán se enfadará si no sabe esto, ¿no crees, Namjoon? — preguntó, tratando de persuadir al otro alfa de pelo azul.

— Sí, tal vez tengas razón. Pero sigo pensando que...

— ¿Sigues aquí? — Una tercera voz surgió de la conversación.

Era un beta, Seokjin era su nombre. Tenía el pelo castaño rojizo, como si fuera una transición de castaño a rojo. Muchos marineros solían bromear al respecto, pero a él no le importaba porque le gustaba el lío. A diferencia de los otros dos que estaban parados en la puerta del capitán, él estaba decidido y le gustaba resolver las cosas de inmediato, sin demoras ni miedo.

— ¡Fuera de mi camino, voy a golpear!

— Jin, todavía estamos entrenando — dijo Namjoon, pero ya era demasiado tarde.

Seokjin llamó a la puerta tres veces, esperando que la guía de navegación se fuera. Esperó unos segundos antes de golpear la puerta, casi tirándola fuera de lugar. Namjoon y Hoseok abrieron mucho los ojos, sorprendidos por su coraje y antes de siquiera pensar en correr, algunos ruidos vinieron del otro lado de la puerta. Luego se abrió, revelando a un joven alfa con el pelo castaño puntiagudo y la cara arrugada.

Jeon Jungkook era un nuevo capitán. Con solo veintisiete años, ya había dejado su nombre impreso en el legado de los piratas. Fueron conquistas, luchas, capturas y acuerdos los que hicieron que su historia fuera respetada en los siete mares. No solo su historia sino él mismo, porque, por alguna razón, su imagen estaba asociada con alguien arrogante y soberbio.

En apariencia, era muy guapo. Su cabello castaño le llegaba hasta la barbilla, raspando ligeramente la parte de su cuello. Los ojos grandes y redondos eran de color oscuro, bordeando el negro, al igual que la pequeña mancha debajo de la boca delgada y roja. Su tamaño físico estaba bien definido debido a su trabajo y luchas. Jungkook ya había sido cortejado varias veces, pero no estaba de humor para dejar su vida en el mar para unirse a alguien que ni siquiera le interesaba. Prefirió su vida en el mar mil y una veces.

— ¿Qué pasa, marineros? — preguntó Jungkook, su voz sonaba un poco ronca por su reciente despertar.

— Capitán, el explorador ha visto una isla que no está en el mapa — dijo Seokjin. — Sejoon quería saber si quieres cambiar tu ruta para ver qué hay allí, o si deberíamos seguir adelante.

— ¿Una isla? — Jungkook frunció el ceño. — Necesito averiguarlo primero.

Jungkook regresó, cerró la puerta y minutos después regresó, luciendo presentable. Tenía el pelo recogido y la cara lavada, los ojos un poco más grandes, como si estuvieran más despiertos. Caminó hacia los escalones y subió lentamente, seguido de los demás, hasta que llegaron al exterior. Con pasos lentos, se acercó a un beta que estaba apoyado en el timón, mirando la isla, que se acercaba.