Al otro día no sabia que haríamos. Estábamos todos en paz, nadie desconfiaba de nadie, y la tranquilidad me resultaba extraña.
Algo debia pasar, lo sabia. Me resultaba extraño ver como esos dos se besuqueaban, leer un libro en completa paz y tranquilidad
Mande a Raiden a juntar algunos frutos para hacer una torta, aunque dudaba de que encontrara algo que sirviera. En fin, el insistió usando como argumento que "El dios de la tierra reconoce los frutos" y "si se complica hago que crezcan y listo" Aunque yo lo convencí que no haga lo ultimo, los naturales sabían mucho mejor.
Tambien le pedi a Irene que hiciera que lloviera. Ella, extrañada, me miro con las cejas levantadas.
- Que llueva, me acabas de pedir que haga que llueva.- repitió mis palabras.
- Aja. - le respondi y continue batiendo los ingredientes.
- Te recuerdo, que yo electrocuto personas, no hago que llueva. - dijo con aire de superficialidad.
Sorprendida, asentí y continué.
Podía ver un gran poder en Raiden e Irene, ninguno de ellos había alcanzado ni la mitad de sus capacidades.
Podia ver en su aura.... es algo dificil de explicar, pero su aura era tormentosa, sin dejar de ser luminosa y algo pura. Era buena, si, pero la tormenta era lo suyo. Y ella pensaba que era tan solo un generador de corriente humano.
Hasta donde sabia, ningún impuro podía captar el aura de las personas. Yo si, pero ellos no. En verdad, era una gran ventaja, porque aunque captarla de lejos era difícil, en un combate podía adivinar las capacidades de mi oponente, como me atacaría, por donde.
Irene y yo teníamos, básicamente, nada en común. No sabia de que hablarle, y el silencio se hacia incomodo.
Intente preguntarle por Raiden, pero la conversación no llevo a ningún puerto. Descubrí que no le gustaba hablar de emociones.
El silencio reino de nuevo.
Suspire y, para llenar el silencio, le pregunte como me habian encontrado.
- Tenia algunos sueños de ti y de los otros... pero mi tío fue en verdad quien me dio tu localización exacta.- explico y comenzó a contarme una historia en la cual su tío malvado mantenía preso a Raiden bajo su mismo techo mientras ella pensaba que el la había dejado.
Toda una novela de amor, pensé.
-... Recuerdo que el día en el que lo descubrí una mujer me había hablado... intentando advertirme de algo, de encontrar a alguien, era una de nosotros, una impura... - continuo diciendo y se me cayo el cucharón.
- ¿Que haces? - me pregunta casi gritando y va por la escoba.
- ¿Como era la mujer... te dijo su nombre?- le pregunte con el corazón en la boca.
- No en verdad...¿Me ves cara de hablar alemán? - me pregunto. - Por supuesto que no... ¿Porque tanto interés en ella? - dijo, pero yo estaba demasiado aturdida.
- ¡¿Amit ?! - me llamo Irene alertada, y yo me recompuse y le explique que podría ser mi madre.
-¿ Tu madre? Estoy segura de que era una Impura, no tenia los ojos tan vivos,empalagantes como los tuyos, y no se parecía a ti en nada. - dijo.
Pero eso ya lo sabia.
- Sus cabellos eran oscuros... y cortos, y tenia unos ojos tan celestes que parecían de mentira... pero no había demasiada magia en ellos... como si... - dijo pero yo la interrumpí.
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Buscados
Teen FictionLos de los nuestros confiaron en los humanos miles de años atrás, y al verse traicionados, murieron en batalla. Ya casi ninguno queda. Los pocos que quedamos somos acechados por los Impuros, cuya intención es hacernos entrar en otra guerra. Otra gu...