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Pero Marc no podría ser feliz.El vive a costa de mi sonrisa,y yo,yo se la quitaría.Y todos sabemos que acabaría en el olvido.Y ese es mi mayor miedo.Porque no habrá nadie que le diga que el invierno no es tan duro como parece,o que no sale tan mal en las fotos.Todo lo que hemos dicho y diremos,será olvidado;incluso por nosotros.
Entonces salí del cuarto de baño,como si tuviéramos el mayor secreto entre nuestros ojos.Por un momento sus manos se desvanecieron de las mías.
Tom me miraba de reojo,y Marc también.Terminamos de cenar,entre risas y buen rollo como si nada hubiese pasado.
Tom fue a saludar a un amigo de la universidad,a lo que Marc,aprovechó.
Me cogió de las manos,y me dijo que me quería bajo el son de las estrellas.Era un momento mágico,pero yo sabía que con la persona equivocada.
Era tarde,estaba enamorada de Tom.Quería algo más,quería que fuésemos algo más que un pequeño beso a escondidas en un baño.Eso me disgustaba de él.No sabía si de verdad me quería,o sólo era una más posible para meter en sus piernas.Suena triste.
Volví a casa,y estaba mi madre allí,esperando a oscuras como siempre medio dormida.Se podría decir que es la persona que más me ha protegido.La llevé hasta la cama,hasta que hubo un inciso en toda la acción.Era una llamada perdida de Tom y un mensaje del mismo.En el mensaje ponía algo de su abuela,Clare,me podía esperar lo peor...

La jodida vida de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora