La jodida vida de una adolescente

XI

Clare había muerto.
Me puse una ropa oscura y fui en busca de Tom.Estábamos todos conmovidos.Pronto la llevaron al velatorio.Y me senté allí,enfrente de aquel cuerpo inerte,sin vida.Pude otear que en su cuello reposaba aquel collar que le regalé.Todas las gotas de agua que caían sobre esta ciudad eran tristes.No hacía falta decir que hoy estaba verdaderamente preciosa.Fui lo suficientemente valiente para entrar a darle un beso;el último.Estaba fría,muy fría,como nunca lo ha estado.
Abrazé a Tom incansablemente,le dije que todo iba bien.(ambos sabíamos que nunca nada volvería a ir tan bien.)
No me separé ni un instante de aquel lugar,hasta que,tuvo que vivir eternamente en ese estrecho agujero con tiempo perpetuo.
Estaba más hundida que nunca.
Pude ver a Marc entrar a la sala.Vi que sus pasos cada vez iban más rápido al verme;me cubrí la cara.
La madre de Tom me anunció que Clare tenía una caja para mí.Una caja con una carta que decía'Sabes bien quien eres,pero no olvides quien fuiste pequeña.Te quiero.'
Esa frase me resultaba familiar.Juré a mi misma que iba a dar con la solución del acertijo de la señora Clare,aunque,no me lo ha puesto nada fácil.
La misma chica de la discoteca abrazaba a Tom desconsolada.(mala hierba nunca muere.Soy cruel.)Por una vez en la vida me puse celosa de algo que,ni es mío.Supongo que es un gran síntoma de que estas enamorado.Un simple efecto colateral.
Estaba segura de que esa chica no era solo una amiga.
Me tocó,por azar,salir a recitar unas palabras sobre Clare;no me hizo falta ningún papel,las palabras salían solas.
Estuve meses sin dormir lo suficiente,ni relacionarme con muchos de mis amigos.Temí que,cuando ella se fue,también se llevo una parte de mí.
Llamé a Tom día elegido,y le volví a preguntar.
¿Quién era esa chica morena,Tom?Tanto él como yo sabemos que su mentira no fue muy buena.