BUTTER | YONMIN [ OS +18]

BUTTER I

«Al final de mi perdición, tú eres la última gota de mi razón. Ya que yo he estado al borde del precipicio.

–Magic Shop.»

🍯🛎🍯

Min YoonGi siente que su corazón podría explotar de amor. Que cada latido frenético, suave o tranquilo le pertenece a una sola persona. Que cada suspiro, cada pensamiento, cada minúscula parte de él son de cierto chico rubio que ama con cada pedacito de lo que YoonGi es. Es su pilar, su alma gemela, su compañero del crimen. Es Park JiMin, su prometido.

Ese chico dulce, de sonrisa tierna y ojos de medialunas es la razón por la que YoonGi se despierta todos los días. No importa que tan pesado sea el trabajo en la oficina o que tuviera un mal momento allí, porque si al final del día JiMin está en su pequeño apartamento que comparten con un abrazo, una taza de café y palabras tranquilizadoras, todo vale la pena.

YoonGi ha estado trabajando mucho últimamente. Haciendo horas extras, llevándose el papeleo de otros compañeros, solo para ahorrar y poder mudarse con JiMin a un lugar mucho más grande, más espacioso. A su dulce prometido le encantaba parlotear sobre algún día conseguir un lugar donde pudiera tener un espacio para pintar o practicar sus coreografias de baile, y YoonGi se encargó de hacer una investigación exhaustiva de departamentos en Seúl, hasta encontrar uno perfecto. Era un poco caro, pero las dos habitaciones con baño, una espaciosa sala-cocina, el pequeño estudio y el recibidor hacían que valiera completamente el precio, más aún cuando se imaginó la reacción de JiMin. YoonGi no esperaba para contárselo después de la boda, sabe que le encantará la sorpresa a su esposo.

Su esposo.

Oh, dios, el corazón de YoonGi se emociona ante el mero pensamiento de compartir toda su vida con JiMin. Ver su rostro todas las mañanas, tomar sus pequeñas y delicadas manos entre las suyas, observar esos hermosos ojos hasta que tengan arrugas, hacer que cada día sea una aventura. YoonGi cambió sus malos hábitos por JiMin. Dejó de consumir tanto alcohol, de fumar, y trabajó en su ansiedad con un terapeuta para entregarle lo mejor de él. YoonGi fue arreglando todo aquello que antes eran una mancha que ensuciaba su relación porque no quería ser esa versión de sí mismo para JiMin, su chico de ojitos de medialuna no se lo merecía.

JiMin sería su esposo en unos días y YoonGi cuenta los días para estar frente a él en el altar, decir ese sí que se convertirá en un para siempre.

Ahora, YoonGi se avergüenza de lo que sucedió la noche anterior en la salida con sus amigos y JiMin. No debió hablar de su vida sexual con su hermano gemelo, pero el alcohol en él siempre hacía que fuera un poco más hablador, que soltara cosas que normalmente nunca diría. Sin embargo, aún está esa espina, esas palabras de Suga llenas de mofa, donde recalcó que tal vez el sexo vainilla no era del gusto de JiMin, sino algo más duro, que lo traten un poco mal, que le hablen sucio al oído.