Louis es un omega que está a punto de casarse con Will, un hermoso Alfa hijo del dueño del bufete de abogados más famoso de Londres, tras las locuras de su rubio amigo y diciéndole que este necesitaba una despedida de soltero, terminará conociendo u...
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¿Por qué lo dejo?
Esa misma pregunta se hacia desde ya hace mucho tiempo.
¿Acaso se tiene que parecer al perfecto William Preston?
Y ese es el caso, Louis debe estar con aquel maldito Alfa, ambos han desaparecido al mismo tiempo y eso le duele demasiado.
Como pudo ser tan tonto.
Niall a veces le deja comida en el microondas, el rubio la mayor parte de su día la pasa en la casa de Zayn y Harry lo entiende, él también extraña a Louis.
El departamento se esta tornado triste y vacío. Y el olor dulce y agradable ha desaparecido por completo.
El Alfa lo pensó tanto tiempo, quiere dejar la promesa que le hizo a su padre, pero no le quiere fallar de nuevo.
Muy al fondo Harry piensa que si se convierte en aquel Alfa respetable y admirable tal vez Louis regrese a su lado con su pequeño cachorro.
Hasta incluso Margo y Mark no saben el paradero de su hijo, pero el Alfa sabe claramente que ellos mienten.
Los días son torbellinos de emociones, donde las cosas a veces se tornan malas o días en los que hasta su compañero de clases le hace una broma y rie hasta llorar.
Lo único que quiere es no vivir una vida monótona y sin sentido.
El trata que sus sentimientos no se transformen grises, no quiere perder aquella pequeña chispa que dejo encendida Louis, aquella la que le hizo tomar las riendas de su vida.
"¿Estás listo?" Harry viste una traje negro con camisa blanca y esta viendo un punto fijo en la ventana de la oficina de su padre.
"¿Estás seguro de esto?" Respondió con otra pregunta un poco después.
"Por eso te lo preguntaba a ti, debes de querer esto o no te servirá de nada" Harry lo analiza por un rato, sus clases van bien y su padre esta a punto de hacerlo socio minoritario del bufete. Era una especie de premio.
Des intenta buscar algún rastro de arrepentimiento en el rostro de su hijo, pero no hay nada, su hijo parece una coraza de piel sin emociones, la partida del omega lo ha cambiado.
Harry suspira, el sabor amargo de seis meses consumiéndose por completo.
"Lo haré" dice finalmente, ya no tiene nada que perder.
Ambos se dirigen hacia la sala de juntas y la reunión comienza de inmediato, caras largas y rostros serios, algunos aplauden entusiasmados de tener al hijo de Desmond Styles, otros simplemente se lamentan ya que sus acciones van a bajar.
Una vez terminada la reunión todos comienzan a retirarse.
"¿Ya te vas?" Pregunta Harry al ver que su padre guarda los documentos en su portafolio.
"Si, tu puedes hacer el papeleo para Ross, por ahora yo tengo que comprar algunas cosas, sobre todo el jodido chocolate" Harry frunce el ceño con la intención de preguntar, pero aquellas palabras quedan olvidadas una vez que comienza a redactar cláusulas.
A la familia de Harry no le gusta el chocolate.
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