Louis es un omega que está a punto de casarse con Will, un hermoso Alfa hijo del dueño del bufete de abogados más famoso de Londres, tras las locuras de su rubio amigo y diciéndole que este necesitaba una despedida de soltero, terminará conociendo u...
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¿Por mi? Quiere preguntar Harry, pero solo se queda ahí parado sin nada que decir para desgracia de Louis.
"Mira Lou quédate hoy ¿Si? Es demasiado tarde para que se vayan" El ojiazul quiere gritar, ha sido muy paciente al esperar por el Alfa, pero esta empezando a creer que las inseguridades de Harry un día van a sobrepasar todo lo que una vez construyó.
Lo va intentar una última vez...luego vera que le depara el destino.
"Esta bien" suspira cansado, Harry agarra a Aby y la lleva directo hacia la cama, que para su mala suerte es demasiado pequeña para los tres.
"Dormiré en el sofá" anuncia el Alfa mientras Louis acomoda unas almohadas para su hija.
"De acuerdo" Harry se dirige hacia el armario de ropa para tomar algo más cómodo y un par de colchas.
"Que descanses, Louis" El omega solo asiente con la cabeza, luego cuando Harry se marcha se deja caer en la cama alado de Aby, el olor fuerte de Alfa comienza a embriagar sus sentidos.
Ahora quiere una barra de chocolate.
Recuerda así el primer día que lo conoció, parecía ayer cuando perdió sus sentidos y se entregó a un desconocido.
Pero Harry es alguien muy diferente, fuera de aquella conexión que tuvieron al instante. El Alfa es inteligente, se preocupa por él, ama que le de su dulce favorito, su sonrisa cálida le transmite paz.
¿Por qué las cosas no pueden ser simplemente fáciles?
Aby gime y Louis la toma entre los brazos.
" Tienes hambre" Louis levanta su camisa para dar de comer a su hija. Y ahí estan aquellos ojos que un no se definen del todo. Louis haría todo por ella, por aquella niña que no esperaba y ahora tiene. Acomoda a Aby nuevamente en las almohadas y se queda dormido después.
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Harry no puede ni cerrar los ojos, el mérito se lo lleva el duro sofá que esta pegado a su espalda como una roca.
