Libro de Re; Zero Lemons

Crusch X Subaru Part 2: Un extraño sentimiento llamado ...

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Crusch POV

Mi caballero, Félix, se ha estado quejando de que no hemos pasado mucho tiempo juntos últimamente. Más específicamente, por qué no nos bañamos juntos como solíamos hacerlo. Al principio, le di la bienvenida para que se bañara conmigo a pesar de que era un niño. Sin embargo, después de lo que pasó, no puedo mirarlo de la misma manera.

Crusch: "No es que haya una razón especial para ello. Simplemente creo que bañarnos juntos como solíamos hacerlo es muy infantil. Ferris, es hora de que crezcamos".

Le doy la espalda a mi abatido caballero y entro sola al baño. Aunque es un amigo cercano, no puedo decirle la verdad. No puedo decirle que quiero bañarme solo porque así podría masturbarme.

Crush: "Felix también ha estado ocultando esto, así que supongo que estamos empatados". Digo para convencerme.

Desde que Subaru y yo nos "masturbamos" juntos, mi cuerpo cambió. Mi cuerpo se pondría increíblemente caliente y sensible hasta un punto en el que se volvería insoportable. Ni siquiera puedo dormir si no satisfago este vergonzoso anhelo.

Mientras me sumerjo en el agua caliente, abro las piernas y empiezo a frotar mi vagina que me pica. Juego con mi entrada por un rato, antes de insertar un dedo delgado dentro. Continuamente rizo mis dedos para frotar contra las paredes y estirar mi agujero. Al mismo tiempo, comienzo a acariciar mi pecho y a tirar de mis pezones.

Las olas de placer comenzaron a latir a través de mí, haciéndome gemir. Mi cuerpo se estaba calentando y mi respiración se volvió pesada. Mis gemidos lascivos resuenan y rebotan en las paredes del baño.

Crusch: "Mi cabeza está entumecida de nuevo".

Después de un tiempo de frotar intensamente mi coño, pude sentir que mi clímax se acercaba rápidamente. No disminuí la velocidad, sino que usé ambas manos para frotar. Extendí mi coño, pellizqué mi clítoris y moví mis dedos dentro y fuera de mí como pistones hasta que no pude más.

Mi cuerpo se convulsiona mientras me corro. Mi cabeza se arquea hacia atrás mientras dejo escapar un fuerte gemido. Mis jugos vaginales se esparcen y se diluyen en el agua del baño. La euforia que deseaba viajó por todo mi cuerpo como una onda de choque. La oleada de placer fue suficiente para hacerme llorar. Es este sentimiento al que me he vuelto adicto.

Crusch: "¡Haa ...! ¡Fuaa ...!" Yo gimo.

Una vez que mi cuerpo se calmó, suspiré de alivio. Sin embargo, sabía que esto era solo una solución temporal. No importa cuántas veces lo haga, el deseo ardiente en mi cuerpo siempre regresará.

Necesito ayuda.

...

El día siguiente

Crusch: "Buenos días, Natsuki Subaru. ¿Tuviste que esperar un rato?"

Subaru: "No, en absoluto".

Hoy estoy en la ciudad reuniéndome con Subaru. Llevaba su ropa informal y también llevaba una bufanda roja y guantes negros para protegerlo del clima frío. Cuando me ve llegar, su rostro se vuelve hacia un lado y se sonroja un poco.

Subaru: "Nunca esperé que Crusch-sama me invitara a salir".

Crusch: "Esperaba que me acompañaras a hacer algunas compras hoy".

Subaru: "¿De compras? ¿Para qué? ¿Ropa nueva?"

Crusch: "Uhh ... ¡Sí! ¡Eso es!" Acepto rápidamente su afirmación.