6. Última Advertencia

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- Tengo que parar por gasolina – avisó Jason poniendo la direccional.

Mientras Jason llenaba el tanque de su humilde Mercedes, Isla intentaba aguantar las lágrimas que se le habían formado en sus ojos. De imaginar la cara de su madre y su padre implorando respuestas, que su pequeña no se marchara, le rompía el corazón de tan solo imaginarlo.

Creaba un guion en su mente imaginando las preguntas posibles que le haría su madre.

"¿Por qué?" "¿No fuimos lo suficiente para darte la vida que querías?" "¿En qué fallamos?" "¿Esto es lo que quieres para tu vida?"

Sin embargo, también imaginaba el tono de desaprobación de su padre. Pues, aunque lo amara mucho, sabía lo exigente y duro que había sido en ocasiones con ella, sobre todo, las pocas veces que la había abrazado o dicho que la quería.

Salió del auto, el portazo que dio al cerrar la puerta hizo que Jason volteara.

- ¿A dónde vas? – preguntó.

- Al baño – siguió caminando.

- ¡Oye! – la sujetó del brazo -. No vayas a hablar con nadie.

- Ya lo sé.

- Hablo en serio – tomó una gorra dentro de la cajuela y se la puso a Isla.

- ¿Esta es tu idea de pasar desapercibida? – arqueó una ceja.

Jason la besó y le dio una nalgada antes de que ella se fuera.

Isla cerró la puerta del baño una vez de asegurarse de que no hubiera alguien dentro de los demás cubículos y se echó a llorar. La escena de su madre con todas sus esperanzas de recuperar a su pequeña le partía el alma, era como su propio infierno, el dolor de sus padres, el dolor era inmenso.

«Todo esto puedes ahorrártelo»

- Ya lo sé – decía con la voz temblorosa.

«¿Y por qué lloras entonces?»

- Porque lo amo.

«Esto no es amor»

- ¿Hay alguien ahí?

Escuchó una voz masculina detrás de la puerta intentando entrar, forcejeando. Isla se lavó la cara intentando que su cara roja se esfumara, pero solo logró que su rímel se corriera un poco más.

- Señorita, no está permitido cerrar con seguro – insistían.

- ¡Ya voy! – avisó ella con la mejor voz que pudo y abrió la puerta.

- Oiga no puede cerrar los baños, para eso son los cubículos – advirtió el encargado de la gasolinería, pero se detuvo en seco cuando vio el rostro de Isla.

«Mierda»

Isla había descubierto en el último segundo que su ex compañero de preparatoria y amigo estaba trabajando en esa gasolinería como encargado, al verla, se quedó entre intrigado y asustado.

- Isla, ¿dónde te habías metido? ¡Tus padres están muy preocupados por ti!

- Por favor no digas que estuve aquí – rogó casi de inmediato evitando su mirada.

- ¿Por qué? ¿Estás bien? ¿Dónde estabas?

- Shhhh – lo cayó y miró detrás de su hombro, Jason estaba caminando hacia la puerta para pagar -. Por favor no digas nada.

5. PURPOSE [Tercera Temporada De As Long As You Love Me]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora