Capitulo 3

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- ¿Payton? – preguntó el hombre fuera del auto. Megan se sobresaltó. Le sonrió a Payton, este parecía más bien a gusto con todo esto. Trató de bajarse de las piernas de él con dificultad. Una vez sentada en el asiento copiloto, payton abrió la puerta.

- Ah… no es cierto… - dijo con una gran sonrisa. Bajó del auto y abrazó con fuerza al hombre que lo acababa de saludar. – joder estás más grande. – le dijo. Y sí, ahora tenía dos tatuajes más y había hecho ejercicio.

- Siempre he sido así, imbecil. – se abrazaron. Megan miró desde adentro del auto. - ¿se puede saber que haces aquí?

- ¿Nadie me ha extrañado en Charlotte acaso? – payton río.

- Vale sí, sí…como sea… y…- trató de observar quién seguía en el auto. - ¿es una amiga? – se volvió hacia Payton, brindándole una mirada cómplice. Payton negó con la cabeza mientras reía. Si tan solo supiera que Megan era más que eso.

Payton abrió la puerta de la Ford. Megan se volteó a verlo.

- Te quiero presentar a alguien… - le susurró con una bonita sonrisa. Megan salió del auto de inmediato. Quería ser atenta. Diferente. ¿Payton había tenido otras novias? Bueno, ella quería demostrar que podía ser algo más solo eso. Payton la vio rodear el auto, dirigiéndose a los tres – Ella es Megan.

- Un gusto… - este le cogió la mano, besándosela. Vaya. Payton era un maestro realmente. Lo admiraba de ciertas maneras. Sabía elegir a las mujeres. Y Megan no era la excepción.

- Mi novia. – aclaró Payton. Con una oleada de celos en su cuerpo. Pequeña, pero la había. – él es Rabb, un amigo…

- Un gusto también. – le dijo Megan, de pronto sintió los brazos de Payton abrazarle la cintura, se volteó a mirarlo.

- ¿Y se quedaran un tiempo aquí? – preguntó Rabb.

- Sí, eso planeamos…

- Pensé que no vendrías más.

- Megan quería conocer… - la volvió a apretar contra su cuerpo, ella le dedicó una sonrisa.

- Sí…pero… - Rabb sonrió. Incomodo. – ya sabes… lo último que pasó no fue muy bueno y…
Payton endureció la mandíbula. Sintió la mirada de Megan sobre sus ojos. Buscando una respuesta. Una pequeña palabra proveniente de sus labios que le explicara que había pasado. ¿Qué era lo que ella no sabía? ¿Y por qué no lo sabía? Y al ver que no obtendría respuesta de parte de Payton, intentó preguntárselo a Rabb.

- ¿Qué fue lo que pasó? – le preguntó.

- ¡Payton! – un hombre rubio y alto se apareció por detrás. Tenía un enorme dragón en su brazo derecho, tatuado hace más de cinco años. Su favorito. - ¿Qué haces aquí niño?

- ¿Niño? – saludó Payton. Se volteó para abrazar a Dam. – ¡joder has envejecido!

- No, es el ejercicio… me tiene así… - mostró su bícep derecho. – guou… ¿y quién es ella?

- Megan, mucho gusto. – saludó ella, estirando la mano.

- No, no… el gusto es mío bonita… - estrechó su mano. – no me digas que este campeón – palmeó el hombro de payton. – te tiene en sus redes…

- Dam… - murmuró Payton, algo avergonzado. Megan sonrió.

- Nunca escoges mal, eh. – Dam río. Los años lo habían hecho trizas. O al menos payton lo recordaba diferente. Más vivo. De otra forma. El color de su cabello había cambiado, al igual que su voz y su aspecto.

- ¿Tienes idea si Anthony está en casa? – preguntó payton. – me quedaré unos días en Charlotte, pero él tiene las llaves…

- Lo he visto en la mañana. Seguro a de estar follando por ahí…

- Dam. – volvió a decirle Payton, esta vez incomodo por Megan. Ella soltó una pequeña risita. - ¿quieres decir que no está ahora?

- No, probablemente no… - negó él.

- Joder… - renegó Payton.

- Si viene por aquí le diré que has venido, ve y da una vuelta por ahí mientras regresa… Charlotte es muy grande…

- Sí, tiene razón. – le dijo Megan. Con verdaderas ganas de conocer más. Payton observó sus labios. Le provocaba besárselos en ese mismo instante. No se podía creer lo increíble que era con él. Lo poco que le importaban sus defectos. Oh, vaya. Las ganas se hicieron más grandes. Una idea se le vino a la mente.

- Vale… - dijo, y sonrió al ver que Megan se contentaba. – iré por ahí y regreso en una hora, si vez a ese gili.pollas por aquí… le dices que he venido y que quiero que se vaya de mi casa ¿esta bien?...............

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➋Secretos, Payton MoormeierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora