💕Hilo Rojo💕 🌱Chiallermo📖

Cobarde

Chiara

Me enamoré de una gran persona, su nombre... Pietro Benedetto, me ilusioné a tal punto de pensar que viviría mi propia historia de amor, una historia como las que leía, en esas donde Él iba por Ella en un hermoso caballo blanco, estaba dispuesta a decirle sobre mis sentimientos pero... Él ya amaba a alguien más.

Su corazón le pertenecía a otra, aquella historia de amor jamás se dio, me dolió mucho, pero tenía que aceptarlo... luego de un corto tiempo llegó a mi vida Giovanni, un bailarín que me cautivó con su baile, Él era genial, quería conocerlo, pero mi ilusión terminó al saber que era Guillermo Ruíz la mano derecha del CEO de Laix, quería alejarlo, tenía miedo a salir lastimada, ya que para mí Él era una mala persona, y no me equivoqué o al menos eso pensaba

—¿Sos vos? ¡Creí que eras diferente! Ahora resulta que sos la cobra —lo último salió en un susurro —Me decepcionaste Guillermo

—Déjame explicarte Fiore Mio

—¡NO ME VUELVAS A LLAMAR ASÍ —negó —No quiero volver a verte

—Chiara por favor escúchame, yo estaba lleno de dolor y...

-¡Y nada! No porque te lastimen vos haces lo mismo! No Guillermo lo que hiciste no tiene justificación

Fue en ese momento que descubrí la diferencia entre el amor de tu vida y tu alma gemela, muchas veces tu alma gemela no está destinada a tí, pueden tener muchas cosas en común, al conocerse todo parece mágico, sientes que lo conoces desde siempre, pero a veces tu alma gemela no nace como el amor de tu vida, sino que nace solo como un amigo, el amor de tu vida es aquel que aprendes amar, al que se va calando en tu piel sin que te des cuenta, el que te alegra la existencia con solo una mirada, al que decides tener el resto de tu vida a tu lado, al que te duele en el alma cuando no está a tu lado

Mi alma gemela es Pietro pero el amor de mi vida es.... Guillermo Ruíz

Me dolió tanto lo que hizo Guillermo que me alejé de Él, que decidí ignorarlo para mí Él no existía, cada regalo que me enviaba se lo devolvía, cada video que me dedicaba lo ignoraba, dejé de seguirlo en redes

¿Porqué?

Tenía miedo a saber más de Guillermo, tenía miedo descubrir cosas que no me gustaran de Él, La cobra había hecho muchas cosas que lastimaron a más de una persona

—¿Chiara estás segura de esto?

—Sí, no quiero saber de Guillermo Ruíz en lo que me queda de vida

—Guillermo habló conmigo —aseguró Bia —De verdad se ve que está arrepentido

—No lo creo, me lastimó Bia —mis lágrimas comenzaban a caer —Él sabía lo que yo pensaba de la cobra y aún así seguía publicando ese tipo de cosas

—Tal vez tenía sus razones... solo escúchalo

—¿Cómo puedes pedirme eso Bia? Vos fuiste una de las víctimas de la cobra

—Te lo digo porque durante el tiempo que estuviste saliendo con Él lo llegué a tratar y no parece una mala persona

—las apariencias engañan Bia

Todos insistian en que hablara con Guillermo, pero yo siempre me negué a hacerlo, solo fueron 3 meses saliendo pero se metió tan profundo en mi corazón que dolía como si hubiéramos estado juntos por años, Pasaban semanas en las que día a día era lo mismo, recibía flores, chocolates o incluso libros con poemas, cartas que al final nunca leía, e incluso Bia me habló de un video que estaba circulando en las redes, pero jamás le tomé importancia...

Hasta que un día dejé de recibir esas cosas, y ¿saben que es lo peor? Es que yo los esperaba... era tan egoísta que esperaba esos detalles sabiendo que al final no los recibiría, fue allí cuando descubrí cuanta falta me hacia saber de aquel hombre que amaba, al menos al ver las flores sabía que Él estaba cerca de mí, y estaba bien, al menos eso quería creer

—Chiara ¿Qué pasa? —preguntó Celeste preocupada —tenemos que estudiar, sabes que sino apruebas este examen te reprueban el año

—Lo siento es que... desde hace día no he recibido nada de Él

—¿Eso es bueno no? ¿No eras vos la que decía que estabas cansada de tener que devolver todo lo que Guillermo te enviaba?

—Sí... Pero es que...

—Pero... ¿Lo extrañas?

—No —negué rápidamente —solo que me parece raro que no lo haga, además me enteré por Carmín que lleva una semana sin subir video a su canal

—eso es normal —suspiró —desde que subió el video confesando que Él es la cobra y diciendo que gracias a tí es una nueva persona le ha llovido hate

—¿Un video?

—Sí Chiara un video, no te lo dije antes porque siempre que queríamos hablarte de Guillermo decias "No me interesa saber nada de ese perfecto mentiroso"

—Celeste...

—¿Qué?

—¿Me prestarías tu celular?

—Claro ¿Para qué?

—Quiero ver los videos

—Ten —miré con confusión el pendrive que Celeste me extendía —No pongas esa cara —suspiró —Bia y Yo descargamos los videos que Guillermo subía con el #FioreMio

—¿Porqué hicieron eso? —pregunté con extrañeza

—Porque Bia y Yo sabíamos que una vez se te pasara el enojo querrías verlos... Ten  —movió  un poco el brazo

Tomé el Pendrive que Celeste me extendía y volví a casa, una vez allí dudé varios minutos, miré hacia mi velador y vi una caja, En aquella caja guardé las cartas que Guillermo me enviaba, era con lo único que me quedaba, al ver una vez más la caja dudé en si ver los videos o leer aquellas cartas que aún no leía, tomé aire y fuí por la caja para luego ponerme nuevamente frente al dispositivo frente a mí, decidí primero ver los videos

El primero era Guillermo revelando la identidad de la cobra y además diciendo que ahora entendía varias cosas, ahora gracias a mí quería ser una mejor persona

El segundo era un baile, pero era especial para mí, era nuestro baile.. el baile de nuestra primera cita

El tercer era un video grabado en el parque cerca de Laix, aquel parque donde yo comencé a seguirlo

El Cuarto video era grabado en el lugar de nuestra primer cita

El quinto fue  donde nos dimos el primer beso

Lo que para muchos era simples videos de Él bailando, para mí eran videos en lugares especiales, sin darme cuenta mis lágrimas comenzaban a caer, ya que había algo más, En cada video Guillermo se veía diferente, se veía triste, con ojeras, dibujaba una sonrisa en su rostro que notablemente era falsa, y fue allí que me di cuenta que Guillermo no estaba bien, Él sufría

Sequé mis lágrimas y tomé las cartas, eran 10 para ser exactos, y las leí sin imaginar que cada una rompería mi corazón poco a poco

—¡AILLEN! AILLEN ESPERAME

—¿Chiara? ¿Qué haces aquí? —preguntó confundida

—¿Donde está Guillermo?

—¿Guillermo?...

—Sí, ¿Donde está?

—Chiara Él...

—¿Él qué?

—Guillermo se fue hace una semana del País

Mi mundo se cayó en mil pedazos... Él se había ido de mí, Yo soy la única culpable por haber sido cobarde