TS| SEXSHOP-[KTH&JJK]

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Pudo oír cómo la campanilla de la puerta principal tintineaba anunciando la llegada de un nuevo cliente, suspiró aburrido mientras se erguía en su sitio para poder estar presentable, tal vez estar trabajando a las 12 de la noche, un primero de Enero no fue la mejor idea, pero ¿Qué más podía hacer? No es cómo si sus padres lo quisieran recibir en casa con los brazos abiertos después de la discusión que tuvieron.

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─ Buenas Noches - Algo dentro suyo se movió al oír esa voz grave, tan sensual, elevó la mirada encontrándose con tal vez el hombre más hermoso que pisó la tierra, tuvo que parpadear repetidas veces para poder enfocarse. Ohhh que atractivo es ese pelinegro.

─ B-uenas Noches, soy JungKook, ¿En qué le puedo ayudar? ­─ Ohhh, que hermosa sonrisa...

─ Venía en busca de un vibrador, uno a control remoto ─ "Maldito suertudo o suertuda quién tenga el placer de ser compañero de éste hombre... ¿O es que él los usa consigo mismo"? Pensó el menor, quien fue sacado de sus pensamientos al escuchar un carraspeo.

─ Oh, sí, disculpe ─ Sonrió ligeramente avergonzado mientras se movía con agilidad para salir de detrás de aquella barra e ir hacia los estantes correspondientes, maldita sea la hora en que lo dejaron solo, volteó disimuladamente hacia el hombre al sentir su intensa mirada sobre su culo, aunque se sorprendió al verlo con la mirada al frente, que raro, él nunca fallaba con ese sentimiento, decidió ignorar aquello y se giró sobre sus talones al llegar a dicho estante. - Acá están los vibradores.

─ Mmm, todos son lindos ─ Dijo aquel cliente mirando a los muchos artículos en el estante - Usted, me diría.. ¿Cuál es el que más le gusta?

Lo miró curioso y muy avergonzado ─ Umm, no es algo que me pregunten seguido... Yo... No sabría qué decirle pues, todos son buenos en lo que hacen, dan placer.

─ Lo imagino, pero creía que usted trabajando en un lugar así... ─ Tomó una pequeña cajita la cual contenía un pequeño vibrador morado. ─ Podría recomendarme algo bueno...

─ Umm, bueno, yo ─ Se sentía muy nervioso derrepente, no es cómo si nunca hubiera utilizado dichosos juguetes, claro que lo hizo, anteriormente ya había usado algunos dildos y vibradores, ser soltero a los 23 años no era fácil para su apetito sexual. ─ Yo, no sabría cual recomendarle... No sé si a usted le gusten los vibradores pequeños o grandes, cuál es más cómodo para usted y─

─ ¿Para mí? ─ Lo miró con una ceja en alto ─ Yo los uso en mis compañeros.

Oh santa mierda, que vergüenza, ¿podría estar más avergonzado?

¿Cómo no pudo adivinarlo?

─ ¡¡Oh, cómo lo siento!! ¡¡Creí que─ Nuevamente fue callado.

─ Creyó mal ─ Esperaba ver el ceño fruncido en el rostro contrario, más solo vio una sonrisa bonita.─ No me enojaré, es lógico que lo creas.

─ Oh, lo siento en verdad... ─ Desvió la mirada de aquellos intensos ojos.

─¿Lo siente de verdad? ─ ¿Qué fue ese tono en su voz?

─ S-sí... ─ Lo miró nervioso.

─ Podría demostrarme cuánto lo siente en verdad JungKook ─ Sus piernas temblaron al oír su nombre salir de esos labios. Al instante lo miró, ¿Qué quiere decir?

─ ¿Qu-é intenta de-ecirme? ─ Tal vez la sonrisa ladina en el rostro contrario o sentir aquella bonita y grande mano acariciar su muslo sin pudor alguno, le hizo saber que no era algo inocente.

─ Podría... Ayudarme con algo... ─ Ay Dios ajkajoslhdckñasldhfajs

Con los nervios apoderándose de él alejó la mano de aquel azabache que acariciaba tan posesivamente su muslo izquierdo.