" Merecemos llamarnos Luchadores por soportar los prejuicios de la sociedad y el constante rechazo hacia nuestra manera de amar.
Porque nosotros decidimos crecer de esta manera, porque nos encanta que los fornidos brazos de un hombre nos rodee con...
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POV'S Itome.
- Hiro-Kun... ¿puedo pasar?.
Koushirou hablaba en susurros, notandose en su gruesa, profunda y baja voz; preocupación. Había recibido el mensaje de su menor, y no dudo en venir tan rápido como pudo. Sabía que los demás integrantes del club podían ser muy rudos o malos, también groseros y poco atentos. Pero no quería que por ese hecho se fuera, aún no había tenido la oportunidad de compartir y hablar con él.
Quería conocerle, por muchas cosas. Entre ellas akemi, pues no sabía el porqué de su obsesión con Hiro.
Una obsesión que empezaba a preocuparle.
- Itome... Senpai. ¿Porqué... -. Su Kohai tartamudeo, viéndolo con curiosidad.
Y, notando como aquellos ojos de distinto color parecían por poco salir de su sitio ante la sorpresa (sorpresa que desconocía) se preocupó aún más. No sabía que tan afectado estaba, o si de pronto se encontraba confundido.
《¿¡He enviado el mensaje mal?!》
- ¿Cómo te sientes?.-
Jugando con sus manos en un tamborileo suave, le daba su debido espacio personal. No quería incomodarlo, ni hacerlo enfadar. Cuidaba su tono de voz, no queriendo que las pocas personas chismosas que circulaban por esas horas se enteraran de asuntos que no eran de su incumbencia.
- Senpai, Yo, E-eh... -
- ¿Te preocupa algo, Shiro-Chan?.
Entonces lo vio tragar, entre dudoso y avergonzado, ocultando sus manos detrás de su cuerpo y bajando la cabeza hasta ya ni dar con sus ojos. Si, sabía que se sentía mal, y quería poder ayudarlo, apoyarlo.
-¿Cómo sabías el número de mi habitación?... -.
- Yo... y-yo le pregunté a Tamu-Kun el otro día, pero no era para n-nada malo. -.
Dio un paso hacia atrás al ser descubierto, y de verdad se sentía apenado por su atrevimiento. Se mortificaba por la primera impresión que le dio, no quería caerle mal, de verdad quería ser su amigo.
