1. Recuerdo tu cumpleaños

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Recuerdo cuando tu madre le dijo a la mía: "En todas las fotos salen juntos, mira que tiernos".

Éramos tan pequeños y aún así tenía claro algo, tú eras especial para mí y yo era tan especial para ti.
Ocultos en ese juego de laberinto tomaste mis manos y me lo preguntaste, ¿qué edad teníamos? ¿Nueve? Y aún así hiciste esa pregunta, no porque en verdad supieras que significaba esa idea pero porque querías que estuviéramos juntos por siempre.

—Cuando crezcamos... ¿Te casarías conmigo?—.

Me reí, ¿cómo pensabas en eso? Apenas éramos niños, que tontería pero aún así estaba emocionado.

—Claro—.

Por supuesto que no nos casaríamos, éramos niños repitiendo lo que decían en todas las películas que incluían algo de amor pero aun así pensé que eso significaba algo, alguna clase de lazo que nos uniría por más tiempo.

Tu madre gritó nuestros nombres y fuimos por pastel, a romper la piñata, por las bolsitas de dulce y de un momento a otro ya no había fiesta.
Entonces pasó el día y aquella llamada sucedió, después llegaron las mencionadas fotografías.

En cada foto estaba a tu lado... Pero aún me preguntó si esa persona era yo, esa pequeña, silenciosa, pérdida y mayormente triste personita.
Yo no era así contigo, a tu lado podía ser quien quería ser o al menos ignorar el hecho que no era yo mismo.

A los nueve años, a los nueve años no debería estar pensando en matarme.
Todos esos terribles pensamientos y sensaciones me hundían en una angustia, a los nueve años.
Cada segundo era agonía pero no encontraba culpable que señalar, solo era así, yo solo era así, a los nueve años.

Pero cuando estaba contigo...
Esos momentos son lo más cercano en mi niñez a ser quien soy ahora, no necesariamente la persona más feliz del mundo pero al menos era alguien que no odiaba.
No podía odiarme junto a ti porque tú me querías, querías a lo que estaba debajo de todo ese mar de negatividad y yo te quería porque no había mar en ti.

Aun así... Te gustaba nadar en ese océano de malestar y encontrarme en el fondo.
Ahora que ya no soy un océano, me preguntó si el tesoro seguirá siendo igual de valioso para ti.

Me acercó a ti por el pasillo, es el receso así que no tengo que preocuparme por engancharme en una conversación contigo, unos pasos más y...

—Hola Daniel—, te dije tratando de disimular la emoción que me daba al estar cerca de ti.

—Oh, hola Luis—.

—Feliz cumpleaños—, respondí animadamente.

—Je, gracias—, tu cortesía vino antes que tú pensamiento crítico pero segundos después se hizo presente —¿cómo sabes que es mi cumpleaños?—.

Quisiera decírtelo ahora, que estuve junto a ti hace bastante tiempo pero...

—Lo dijiste el otro día en la clase y pues, me acordé—.

Tengo miedo.

—Oh... Que buena memoria, yo soy terrible con las fechas—.

Tengo tanto miedo.

—Je, gracias y no te preocupes, yo soy terrible con los rostros, soy súper malo para ubicar a las personas—.

No quiero decepcionarte, tengo miedo de que veas está versión que me gusta de mi y que a ti no te guste

—¿Enserio? Yo soy bueno en eso jaja, creo que haríamos buen equipo—.

Pero aún así.

—Haremos, la maestra nos puso juntos, también venía a avisarte eso—.

Cuando hablo contigo puedo olvidarlo un momento.

—Genial, estaba súper asustado creyendo que me había tocado con Sofía o con Gael, contigo hacer el proyecto será pan comido—.

Reí ligeramente, también me alegraba saber que trabajaríamos juntos.

—Me gustaría decir lo mismo pero se que te gusta entregar todo a última hora—, dije preparándote de una vez a mis estándares de chico que sacaba puros dieces.

—Aww, que mal, pensé que podría aprovecharme de ti y que tú hicieras todo—, de nuevo me hiciste reír y esta vez me acompañaste, eras tan nerd como yo, jamás te atreverías a no hacer un trabajo.

—Mira, tuvimos la misma idea—.

Podía reír contigo en paz, las conversaciones insignificantes tomaban grandes valores si las palabras salían de tu boca.

Ya lo sabía pero tengo que repetirlo, me gustabas.
Fui un idiota y comenzaste a gustarme solo por existir.

Quisiera que olvidarás lo que fuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora