Nico había vuelto a la bodega del club de teatro cada día que había podido. "Es muy cómodo estar allí, hay demasiado calor en otros lugares" pensaba, casi como si quisiera excusarse a sí mismo. A pesar de eso, Nico no se encontró con Will al día siguiente. Ni al día siguiente. Ni al día siguiente de ese. Para cuando había pasado casi una semana desde su primer encuentro, comenzaba a pensar que solo había sido algo al azar, y que nunca volvería a repetirse. "Algo me dice que no será la primera vez que te vea aquí" ¿Cómo podía darse el descaro de ser tan mentiroso? De inmediato, Nico recordó su sonrisa. Esa estúpida sonrisa. Amplia, pero nunca lo suficiente que parecía una sonrisa forzada. Con un par de hoyuelos en sus mejillas llenas de pecas, y con esos ojos tan brillantes que parecían transmitir calor con solo mirarlos. Con esa cara, ¿quién no le creería cualquier cosa a Will Solace?
Nico sonrió un poco al recordarlo, sin poder controlarse. "Debo de verme con un tonto" pensó, "Sonriendo solo en un almacén vació". Volvió la mirada a su libreta, donde había estado dibujando (o intentando dibujar) algo durante hacía un rato. Un sonido estruendoso lo distrajo, seguido de la voz ahogada de un chico.
Levantó la mirada casi de inmediato, tratando de poner una cara amistosa.
— Bueno, alguien regres...— comenzó a decir, cortando su oración por la mitad.
Aquel chico no era Will Solace. Por mucho que se le pareciera.
Era visiblemente más bajo. Tenía el cabello de un rubio más cenizo, y mucho más rizado que Will. Además, su rostro era mucho más regordete, y su nariz tenía un ligero rubor rosado. Lo más diferente, eran sus ojos, claros, de un color grisáceo que casi parecía lucir violeta en el ambiente sombrío en el que se encontraban. El chico se aclaró la garganta, y Nico se percató de que antes había dicho algo.
— ¿Eh? ¿Dijiste algo? — exclamó, un poco sin cuidado
El chico rodó los ojos y repitió lo que había dicho, en un tono duro.
— Te dije que no puedes estar aquí
Nico suspiró con hartazgo casi en automático. Le dirigió una sonrisa burlona al chico.
— ¿Ah sí? ¿Según quién?
El chico frunció el ceño, molesto.
— Según la dirección del club de teatro, a quien pertenece este almacén
— Oh, ¿En serio? — respondió Nico con tono sarcástico — No veo a la dirección del club de teatro aquí
El chico lo miró, casi conteniendo una sonrisa.
— Mi nombre es Pollux, soy el líder del club de teatro — Afirmó, con una mirada de superioridad hacia Nico — Y yo te digo, que no puedes estar aquí
Nico trató de recordar de donde le sonaba ese nombre. Nunca había querido involucrarse con el club de teatro. Ni siquiera sabía que seguían activos. Siempre había pensado que un recorte de presupuesto los había clausurado.
— El que lo encuentra se lo queda
Pollux rió con falsedad.
— Si, si, lo que digas... Igual tienes que irte — continuó, molesto — Este no es ningún refugio de inadaptados.
El pelinegro le sonrió, aun con una mirada sarcástica. No le importaba lo que pudiera decir el chico, nada iba a sacarlo de ahí antes de la hora de salida de su hermana.
Entonces, el rubio recogió algo del suelo. Lo que parecía ser un casco de armadura, de un brillante color plateado. Nico lo reconoció al instante como parte de los objetos que Will había tirado el día que. Se habían encontrado ahí. Sus ojos se detuvieron en un costado del casco, donde lucía una gran abolladura, de aspecto reciente.
Pollux le dirigió una mirada acusadora.
— ¿Tú hiciste esto? — preguntó
Nico se encogió de hombros.
— Solace tenía razón — Prosiguió el líder del club de teatro, con un suspiro casi melancólico — Este lugar es un desastre
El pelinegro lo miró, algo sorprendido. Así que habían hablado. Will y Pollux se conocían. Era más que obvio que se conocían. Will le había dicho a Pollux que Nico iba a estar ahí. "Después de todo, si quería estar solo".
— ¿Solace? ¿Will Solace? — preguntó, con su tono volviéndose más grave a cada sílaba que pronunciaba.
Estúpido Solace. Estúpido, estúpido, estúpido Will Solace. En serio que se creía la gran cosa. Solo por ser lo suficientemente atractivo y lo suficientemente popular, creía que podía tratar a los demás como basura ¿Era eso? Nico no podía creer que había sido tan tonto. Un par de miraditas bobas y una sonrisa ensayada y ya lo tenía en la bolsa. No iba a permitirlo. Si algo había aprendido de la última vez que se había enamorado de un deportista de bonita sonrisa, era que él no iba a ser juguete de nadie. Por un instante casi le parecía escuchar la risa de cierto chico de ojos verdes detrás de él. "¿Acaso olvidas tu lugar? Nadie nunca querría tenerte cerca". Frunció el ceño.
Nico miró a Pollux con un gesto de desprecio.
— ¡¿Solace fue quien te mandó?! — preguntó en tono molesto
Ni siquiera esperó a que el rubio le respondiera. Se puso de pie tan rápido que por un momento se sintió algo mareado. Tomó su chaqueta del suelo y se la puso de forma brusca, casi cercano a darle un golpe accidental al otro chico.
— ¿Qué? — preguntó el rubio, confundido.
— Puedes decirle a Solace que se joda.
Dio un par de pasos hacía al frente, queriendo salir de ese lugar lo antes posible. Apartó a Pollux de su camino de un empujón. El chico tropezó, teniendo que sostenerse de un maniquí para mantener el equilibrio. Nico no tenía intenciones de desaprovechar la oportunidad de huir.
— Y que me tendrá lejos, si es lo que tanto quiere. — Añadió con rabia antes de salir por la puerta de la bodega aun con rostro molesto.
Ni siquiera sabía porque le importaba tanto. Apenas había intercambiado un par de palabras con William. Solace. ¿Qué hacía entonces, sentirse como si acabara de perder algo importante? ¿Por qué le ardían los ojos, a pesar de sentirse tan molesto? Le pareció escuchar la voz de Pollux llamarlo a lo lejos. Le daba igual. De todas formas, no pensaba escuchar su estúpida excusa para defender a Will Solace, o su queja por haberlo escuchado antes. Siguió caminando hasta que llegó a un lugar algo apartado del patio de la escuela. Sin el resto de estudiantes presentes, casi se sentía tan pacífico como lo había sido la bodega hacía un rato.
Recargó la espalda en la pared y se sentó sobre el césped. Fue cuando se percató de algo. De algo importante.
Había olvidado su libreta.
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When the Day met the Night |Solangelo
FanfictionSolangelo [School AU] " When the moon fell in love with the sun, all was golden in the sky, all was golden when the sun met the night "