Capítulo único

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CAUSA Y EFECTO.

Tom Riddle caminó hacía él dando pasos firmes y Harry Potter le sonrió con amabilidad. Lo conocía hace mucho y sabía que era un tipo callado y retraído, no tenía muchos amigos y su rostro no conocía más expresión que la seriedad. Todos decían que era un tipo extraño, pero Harry lo encontraba agradable... a su manera.

Él llegó a su lugar y se dirigió directamente hacia Harry, ignorando por completo al resto de gente que estaba a su alrededor. A Harry no le sorprendió el gesto, pero decidió ser cortes. Abrió la boca con la intención de saludar y empezar una charla amigable, pero antes de que pudiera decir una sola palabra, Tom lo besó.

Su mente se quedó en blanco mientras sentía como los labios de Tom se movían sobre los suyos, su corazón se aceleró cuando su sintió como su lengua exploraba su boca con total soltura. Estaba conmocionado por el hecho, pero no hizo ni el intento de separarse de él, ni siquiera cuando escuchó los cuchicheos y silbidos provenientes del resto de invitados de la fiesta.

Oh, sí, estaban en una fiesta llena de gente.

Entonces, Tom se alejó y dio media vuelta en su lugar. Se fue sin decir palabras o explicaciones, dejando a Harry con la mandíbula descolocada y el cerebro desorientado, aun intentando procesar lo que había pasado.

Sus labios quemaban como el fuego.

Hermione lo tomó por los hombros y Ron se paró en su delante, los dos tenían expresiones muy graciosas en el rostro: la boca abierta, ojos desorbitados y un profundo rubor que se extendía por sus mejillas. Casi daba la impresión de que hubieran visto a Snape perreando encima de su escritorio.

—Cho viene para acá —comunicó Neville. Él también se veía bastante sorprendido.

Y, entonces, Cho Chang se abrió pasó entre la gente y —Ron se alejó voluntariamente, previendo problemas— se plantó frente a Harry. Era su cita, él la había invitado —haciendo uso de todo su valor— a la fiesta porque estaba secretamente enamorado de ella; sin embargo, a Harry ya no le gustaba.

—¿Es verdad lo que están diciendo? ¿Te besaste con Riddle? —preguntó Cho. Se veía enfadada y dolida, y Harry no lo entendía. Lo había besado Tom Riddle, ¡esperaba recibir felicitaciones por aquella proeza involuntaria! ¿Por qué nadie se alegraba? ¿Por qué todos lo miraban como si estuvieran viendo a un muerto?

—No fue así, te estás equivocando, él... él puede explicarlo —intervino Hermione con tranquilidad.

El labio inferior de Cho temblaba y sus ojos centelleaban de furia y dolor. Sus amigos los miraron y Hermione le pellizcó el costado, pero él la miró con expresión confundida. No entendía que era lo que todos esperaban de él.

Cho se giró, enfadada, y se alejó de ellos dando grandes zancadas. Por la mirada que Hermione le lanzó, Harry suponía que había hecho algo malo, pero no entendía qué.

—¡Harry! —El grito de Hermione llamó la atención de varios curiosos, los mismos que los miraron con interés desde sus lugares. Ron se colocó detrás de Harry, para esconderse, y Neville se alejó del grupo, como simulando que no estaba con ellos.

—¿Qué pasa? —preguntó Harry, contrariado.

—¿Qué pasa? —repitió Hermione con incredulidad. Ella lo tomó del brazo y lo jaló hasta un lugar más alejado de la fiesta, donde la oscuridad los protegía de las miradas imprudentes. Ron los siguió de inmediato—. ¿Cómo que qué pasa? ¡Cho es tu cita, viniste con ella! Estabas emocionado por esto, ¿por qué dejas que se vaya así?

Harry pensó en sus palabras y, pasados unos segundos, concluyó que no tenían sentido.

—¿Estaba emocionado?

Causa y efecto | TOMARRY AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora