La junta

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Tic tic tic tic tic...
Repiqueteaba una y otra vez el agua del tejado, cortesía de la tormenta de anoche.
Abrí los ojos con molestia y me levanté con pereza del catre en mi cabaña, mi espalda tronó al levantarme empezando por los omoplatos y terminó en el coxis, después de desperezarme un poco salí a tomar agua del pozo cercano para limpiarme, realmente apestaba a hocico de Nader, desde ante ayer que no tomó un baño, me siento asqueada.
Saque apresuradamente dos cubetas del granero y las coloqué en la soga mientras una oveja parda echada cerca me veía batallar con las poleas, al acabar lleve los baldes a mi cabaña para asearme y tomar un pan o algo.
Salí a colocarme la armadura para comenzar el día, pude ver como el sol ya tocaba el segundo árbol junto a la ventana.
-Tsk mierda, ya voy tarde -me apresuré a apretar mi peto y tomé el casco para terminar de ponerlo en el camino, con prisas corrí al gran salón, el cuál (como me temía) ya estaba lleno de sus respectivos asistentes a excepción de mi.
Entre un poco ruborizada por irrumpir tarde a la reunión pero con la cabeza en alto. El jefe Haakon se encontraba de frente a las puertas principales del salón y al fondo de este mismo, desde su ornamentado asiento me seguía con la mirada como un halcón hasta que llegué a la silla a su derecha.
-Padre -dije a manera de saludo lo más claro que pude, tomando en cuenta la vergüenza que me traía haberme quedado dormida. Me postre en mi rodilla derecha con la cabeza baja ante su afilada mirada.
-Ylva, creí que no éramos lo suficientemente importantes para que nos honraras con tú presencia, ¿hay algún motivo por el cual te crees merecedora de tú espera? -exclamó mientras postraba su mano en mi hombro y apretaba con fuerza, no me atreví a levantar la mirada.
-No se volverá a repetir -exclamé secamente, el soltó su agarre y sin responder me hizo un ademán con la misma mano para que me levantara, obedecí a toda prisa y tome asiento a su derecha.
-Hermanos y hermanas de Suðreyjar -se hizo oír entre el abrumador silencio de los asistentes- como ya estarán conscientes, nuestra tierra siempre ha contado con la alianza de las islas cercanas de occidente y de oriente gracias a nuestro poder en armas y cazadors -hizo una pausa donde señaló a nuestros aliados en el mapa con una mano y con la otra a mi y a los hombres a mi cargo- sin embargo, nunca hemos podido conquistar Berk -ante la mención de la tierra de Estoico el basto, nuestra principal amenaza, algunos se removieron incómodos causando un ligero barullo, pero mi padre continuó- pero esto acaba ahora, he hablado con Estoico en la última expedición al norte y hemos hecho un acuerdo.
Ante esa revelación los murmullos no se hicieron esperar y las preguntas para conocer los detalles de la alianza surgieron de todos, incluyéndome.
Haakon hizo un gesto para acallar a la multitud y proseguir.
-Esta alianza fue posible gracias a nuestra mejor arma -me observó con esa helada mirada azul y profunda- es del conocimiento de todos, que aparte de hoy ser el valioso Samhain [Festividad nórdica que acontece el 31 de Octubre, de donde se origina el Halloween, se celebraba la naturaleza, las buenas cosechas y el cambio de estación] , también Ylva, mi hija y próxima jefe de la alianza de islas, alcanza los 16 años, lo que la hace partícipe de los cortejos nupciales. -Todos en la sala se levantaron aplaudiendo estruendosamente y gritando "Sköl" para mostrar su alegría por mi mayoría de edad; al calmarse el ruido mi padre retomó su anuncio.
-Como les decía, al Ylva alcanzar la edad de connubio hemos decidido comprometerla con el único varón de Estoico con el fin de unir las tierras, así Ylva tendrá el rostro masculino que necesita para reinar y Estoico tendrá a una verdadera guerrera que guíe a diferencia del arenque que tiene de heredero. -ante la comparación de mi padre sus colegas comenzaron a reírse y proferir burlas a la reputación de no-cazador del chico y de su escuálida apariencia para ser hijo del gran Estoico el basto.
Mi incomodidad crecía con cada comentario ofensivo que hacían a mi recién adquirido futuro esposo, ¿Enserio tan malo es? Nunca había oído hablar de el para ser sincera, ni siquiera sabía qué Estoico tenía un hijo, por Odin, no debe ser tan terrible si mi padre decidió desposarme con el, oh si? Ayyy, seguro no he escuchado de él porque no siquiera tiene reputación, Tch maldición! Por todos los troles de montaña!
-Pssss -observé a mi derecha que había estado ignorando hasta ahora, unos enormes ojos marrones debajo con unas pobladas cejas negras me observaban, era Petranka aunque ella prefería que la llamaran Petra, mi mejor amiga, en realidad mi única amiga, es hija del herrero, yo no tenía tiempo de hacer amigos en el entrenamiento pero ella amaba quedarse a verme siempre, después de toda una infancia con ella brincando a mi alrededor decidí quedármela (o quizá ella fue la que me adoptó a mi) -Pssssssssssasssssssssss -volvió a decir exageradamente a lo que la miré con fastidio aunque apreciaba que me hablara -Felicidades, siempre pensé que la gran Ylva la sanguinaria se quedaría sola por ser tan tú y yo tendría que construirte un muñeco de entrenamiento para evitar la demencia de estar sola, pero creo que tú padre ya se encargo de eso.
-Cierra el hocico, te apesta a mierda de Yak- le respondí a su burla a lo que ella solo soltó una carcajada que terminó en un sonido similar al de un cerdo.
-Ahh pero si hoy comí hojas de menta para la reunión, estoy muy presentable -me presumió su largo caballo castaño oscuro que traía atado en una coleta alta un poco despeinada, al moverlo un olor a moras se pudo apreciar, debía admitir que era precioso.
- Y hace cuanto que no te bañas cerda? -ella solo sonrió intentando que le perdonara ser una puerca.
-Esos son detalles innecesarios, por ahora concentrémonos en lo importante, te vas a casar! -hizo unos movimientos de alegría con las manos al decir esto- como crees que sea el? Esperó que sea grande, con músculos, uyy un pelirrojo quizá como su padre, que emocionante, tantas opiniones, mmmm imaginas que tenga una barba varonil... -ella siguió soltando una sarta de fantasías acerca de mi futuro esposo, la observé fijamente esperando a que dejará de balbucear, lo cuál hizo después de enumerar miles de características y compararlo con los hombres de nuestra tribu.
-Ya acabaste? -levante una ceja con descontento.
-No! Como puedes estar tan tranquila? Ya quiero verloooo.
-Eres un caso perdido, como se nota que no haz escuchado nada pedazo de cerda, mi padre lleva 10 minutos haciendo bromas de lo insuficiente que es el "poderoso" vástago y tú sigues haciéndote ilusiones, Ah! Con que no se interponga en mi caminó mientras asesino dragones estoy de acuerdo.
-Ahhhh! Entonces es feo!? Que desilusión -puso una mano en su frente dramáticamente- me temo que tendrás hijos feos, yo esperaba que heredarán tus bonitos ojos azules tan claros como el hielo marino.
-Ya déjate de soltar mierdas, lávate la boca y mejor céntrate en lo importante, ya acabaste mi espada? -ella es una terrible guerrera pero nunca he conocido a nadie más inteligente y mejor en la forja que ella, la apasiona tanto que creo que si pudiera se desposaría con sus herramientas, siempre insiste en ella arreglar mis armas.
-Ammm tú espada? Que espada hablas? -sonrío mientras rascaba su nariz moviendo sus lentes cuadrados que también fungían como gogles de soldador.
-Petranka, si vuelves a tardarte en arreglar mi espada me conseguiré otro herrero entendiste -hablé cortantemente.
Petra fingió lloriquear por mi amenaza y rápido respondió- noo porfavor, sabes que siempre la arreglo muy bien, adoró arreglar tú espada, no me dejes -se colgó a mi hombro exageradamente a lo que yo de un fuerte golpe la tiré y calló hasta el suelo, eso hizo que algunos de los hombres que seguían en la junta (la cual ya estábamos ignorando) nos observarán, entre ellos mi padre.
-Entonces partiremos esta misma tarde, Ylva, ya lo decidiste? -me preguntó directamente mi padre cosa que yo no supe que contestar gracias a las distracciones de la cerda de Petra.
-Disculpa padre, no escuché que tengo que decidir ya que Petranka hizo mucho ruido al caer por estar jugando -ella hizo un sonido ahogado de indignación ya que claramente no se cayó sola.
-Tsk, pon atención que no lo pienso volver a repetir, esta misma tarde partiremos a Berk para presentarte a Estoico y cerrar el pactó, quiero que me digas a quién llevarás de apoyo, yo llevaré a mis hombres así que no necesitas a muchos.
-Porfavor disculpe no haber escuchado padre, cumpliré su voluntad e iré a Berk con usted hoy mismo, llevaré a mi herrero, no confío en la forja que manejan allá, también llevaré a mi nodriza.-realmente pedí a mi herrero porque aunque no lo admita necesito el apoyo de Petra allá.
-No lleves a la nodriza, ya eres mayor para llevar a esa vieja a rastras. -soltó con desdén en su voz.
-Permítame refutarle padre, la nodriza arregla mis trajes y prepara las medicinas.
-Tú sabes hacer medicinas y tú herrero es Petranka, ella sabe remendar los trajes, ella lo hará. -asentí obediente ante su orden, quería llevar a la nodriza por estima pero no podía debatir contra él así y menos en le gran salón.
Haakon volvió a hablar- Una vez acordado todo ya nos podemos retirar, partiremos en punto para las 2 de la tarde, preparen los barcos, llegaremos a Berk al amanecer, ya está establecida la tripulación -El jefe se levantó de su silla, después de el todos lo hicimos a la par, el se retiró y detrás de el iba su consejero Gustaf. Apenas salieron de la sala todos nos dispersamos a arreglar todo lo necesario para el viaje.
-Ves como si me quieres? -me abrazo con fuerza Petra dejando mi cabeza en su pecho, a pesar de que yo media 1.73, ella era un monstruo de chica con 1.80.
Golpe si estómago con fuerza para que me soltara, ella retrocedió sonriendo acostumbrada a que la alejara así, a veces creo que me abraza solo para que la golpe.
-No te quiero, necesito que termines mi espada idiota -le sonreí de lado saliendo del salón con ella dando traspiés alegres detrás de mi.
-Yo también te amo, estaré allí contigo en la nueva isla, iré por mis cosas, por cierto, feliz cumpleaños, nos vemos en el puerto.- antes de qué contestara corrió rápidamente en dirección a su forja. Menee la cabeza con una sonrisa ante su efusividad y me dirigí por mis armas y armaduras a mi hogar.
Hoy será un día pesado.

Nuestro sucio secretitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora