AU Variados (Soulmates) | Boku no hero.
》Destinados, de nuevo.《
Donde te presento una colección de 3 relatos centrado en la ship conformada por Todoroki Shouto y Yaoyorozu Momo con temáticas de almas gemelas y menciones del otoño.
La portada y los s...
》 Tienes un tatuaje sobre lo que más le gusta a tu alma gemela en alguna parte de tu cuerpo《
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De nuevo está solo.
Pero hay algo placentero en regresar a casa solo después de un largo día de trabajo con un six de cervezas bajo el brazo y del cual no tenía intención de compartir con nadie ni siquiera con el borracho de la esquina que le había pedido limosna. Había comprado el six en descuento en el supermercado del vecindario y aunque él no tomaba, algo lo había impulsado a gastar esos yenes en algo inservible que no disfrutaría.
La gigante estrella solar había sido intimidada por la luna y decidió esconderse en el horizonte dándole paso al campo de estrellas para que hiciera su aparición y decorara el cielo nocturno de Tokio.
Todoroki Shouto se sentía solo, como todo el tiempo. No de una manera melancólica en que le hiciese desear tener a alguien a su lado, aquello era un sentimiento más incomprensible que no sabía plasmar en palabras así que terminaba por decir que se sentía solo.
Aún cuando no se sintiera triste por ese hecho. Aún cuando estuviera rodeado de muchas personas.
—Irás a perder la consciencia muchacho —escuchó esa voz de radio vieja que provenía del hombre de baja estatura que descansaba en la silla mecedora fuera de su casa.
Todoroki se detuvo para observar al que medio vecindario conocía como el viejo Torino. Aunque el anciano juraba que en sus días de juventud era llamado gran Torino, lo cual era difícil de imaginar debido a su estatura.
—Al parecer.
Observó cómo apagaba el cigarro que tenía en sus manos y encendía otro casi de inmediato. Sólo hacía eso cuando estaba preocupado y aquella noche no era la excepción.
—No bebas mucho o terminarás desnudo frente a tu escuela con los pezones manchados de negro. —se mofó el anciano viendo como el chico tomaba asiento en el suelo junto a él— Cuando tenía tu edad aprendí eso por las malas y créeme desearía poder borrar ese maldito recuerdo de mi memoria. Pero lo único que se me olvida es tomarme la pastilla del demonio esa para la azúcar —El viejo Torino le dio una calada a su cigarro después de decir aquello.
—No voy a la escuela —le recordó Shouto de forma pasiva, sin prisa, con lentitud. Justo de la manera en que siempre se expresaba— Toma.
Le dio una de las latas aún cuando se había dicho así mismo que no las compartiría. Torino la abrió pero no la probó, siguió observando el cielo estrellado que lo contemplaba desde el más allá.
