Los 5 pasos de la (in)felicidad

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(Nota: No siento que estos personajes sean míos, jamás he tocado un cómic y todo lo que estás a punto de leer es más un capricho por entender y sentirme bien con ellos como para poder manipularlos. Debes saber que todo esto está basado en lo que quiero ver (y un montón de textos analíticos en Tumblr) dentro del MCU, además de las etapas del duelo).

***

Los 5 pasos de la (in)felicidad.

Negación.

A Bucky no le gusta Sam, de ninguna manera. Lo admira y puede asegurar que es una persona asombrosa, noble y valiente. Pero no le gusta, ni siquiera le agrada. Le molesta de formas inimaginables para el resto de la humanidad.

—Estás haciéndolo de nuevo —se burló Sam, sin levantar la vista de una pieza que Bucky está seguro no debería quedar tan floja, pero no le dirá nada al respecto—. Lo de mirar, Bucky, lo estás haciendo de nuevo.

Como sea. ¿Cómo pretende que aparte la mirada si está haciendo las cosas mal? Moviendo los dedos con desesperante lentitud mientras intenta que las tuercas encajen donde no van, Bucky sólo está observando para reírse más tarde con Sarah.

—Dejaré de mirar cuando esté seguro de que no arruinarás eso —respondió con una sonrisa burlona.

—Lo estoy arreglando —señaló obvio, finalmente levantando su mirada hacia el ojiazul.

Bucky se demora en responder porque puede ver a Sarah al otro lado de la calle con una mirada inquisitiva, de ninguna manera se ha quedado medio mudo por los ojos de Sam sobre él, ¡por Dios! Han estado mucho más cerca que esto, no hay forma de que Bucky esté nervioso por un par de ojos, por supuesto que no, sólo es Sarah, lista para lanzarles peces si es que han hecho algún desastre.

—Ella no va a creerte —masculló finalmente, apartando la mirada para recoger su botella de cerveza del suelo. Él no está evitando la mirada de Sam, está evitando el entrecejo fruncido de Sarah.

—Recuerdo haberte dicho que te metieras en tus asuntos, Sam, el motor ya está bien, no tienes que hacer nada de esto —suspiró la susodicha—. De verdad, no tienes que revisar cada pieza que ves.

A Bucky le encanta ver a Sarah molestando a Sam, no porque Sam se vea ligeramente cauteloso y de pronto haga más muecas en el menor tiempo que Bucky haya visto jamás, no, es que Sarah tiene ese tono maternal que a Bucky le retuerce las tripas, que le hace pensar que ha hecho algo malo y que de todos modos le saca una sonrisa.

—Sólo estaba echando un vistazo —se excusó divertido. Sarah negó y gruñó una imitación infantil de la excusa de Sam—. Bien, ya me iba de todos modos.

—¿En serio? ¿A dónde? —se encontró preguntando.

No, eso que se escuchó en su propia voz no fue sorpresa, Bucky sabía, muy a su pesar, que estando en Luisiana seguiría a Sam a donde fuera, porque aún no es bueno con las multitudes y de ninguna manera está conociendo la ciudad por sí mismo. Simple hospitalidad, compañerismo, lo que sea.

—Sí, hombre, te dije que te mostraría el lugar de Ally —recordó Sam, con la cabeza ligeramente inclinada, sonriendo divertido y esperando una respuesta. ¿Qué se supone que responda? ¿Por qué sonríe de esa manera?

—Ah, sí, claro —dijo torpemente, volviendo a mirar la botella entre su mano de carne, no muy seguro de qué más añadir.

Que no es sorpresa, sólo es novedoso, se está acostumbrando. De todas formas, ¿cuándo le dijo algo del lugar de Ally? Bucky no lo recuerda, y, mientras caminan a la camioneta de Sam, se pregunta si es alguna clave para salir huyendo de la mirada irritada de Sarah.

Los 5 pasos de la (in)felicidad © [SamBucky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora