Traidor- Villan Bakugo/ DabiBaku

Parte 3

Bakugo salió del baño, creyendo que Kirishima realmente se había ido.

Mientras estaba en el baño se quitó las vendas he hizo cortes en todo su cuerpo, sus brazos, piernas, etc.

Ahora si que necesitaba mucho alcohol y muchas, pero muchas vendas y curitas.

Pero era su culpa y a la vez no.

El dolor era placentero para él.

Cuando salió del baño, sus ojos estaban vacíos.

Sin brillo.

Es taba en una especie de trance.

La rutina de siempre.

Herirse, curarse, fingir, estudiar, hacer tareas, llorar, intentar comer, llorar, herirse, curarse y dormir.

Ya se sabía la rutina desde los ocho años de edad, despues del día de preguntarle a su madre si realmente lo quería.

Bakugo parecía un zombi que se dirigía a uno de los cajones.

A pesar de estarse desangrando no le importaba.

Incluso si él mismo se arrancaba un brazo no le importaría.

Podría soportar el dolor físico.

Despues de todo ya estaba acostumbrado.

Pero que lo soportara no significaba que no le doliera o lo sintiera.

Solo se tragaba el dolor.

Como siempre lo hacía.

En cuanto Kirishima lo vio quedo paralizado.

No se podía mover, su amigo estaba lastimado, estaba sangrando.

Pero él miedo lo corrompió.

Como hace años, cuando no se atrevía a meterse con nadie por el simple hecho de creerse inútil.

Pero se trataba de su amigo.

Kirishima se tragó el miedo y salió del armario a toda prisa.

Kirishima:¡¡Bakugo!!

Bakugo salió de su trance para ver como Kirishima se abalanzaba sobre él para llenar lo de un millón de preguntas.

Se veía preocupado.

¿Por qué?

Ne tenía sentido que se preocupara por él.

Bakugo solo le dijo que se calló algo de vidrio y se cortó.

Kirishima no le creyó del todo pero aun así lo dejo solo en su habitación aun con la preocupación en su mente. ¿Debería decirle a alguien lo que vio?

Definitivamente si, así que se fue corriendo como desesperado con Aizawa-sensei para que fuera a ver a Bakugo.

Sabía que si le decía a Bakugo que fuera o lo intentaba llevar solo recibiría una explosión en la cara y una amenaza.

Bakugo tendría que ser más cuidadoso si no quería que lo descubrieran.

Fue al baño y vio el espejo.

Sabía que Kirishima le diría a alguien lo que vio así que seguiría con su escusa.

Con su puño golpeo fuerte mente el cristal asiendo que se rompiera por completo y que los cristales cayeran.

Agarro los vidrios y con cuidado los coloco en las heridas para que le creyeran.

Pero no era suficiente, así que rompió un vaso de vidrio y hizo la misma acción que con el espejo.