Disclaimer: Estos chiquillos tan monos y emocionalmente disfuncionales no son míos. Lamentablemente.
"Este fic participa en la actividad multifandom del foro Alas Negras, Palabras Negras."
Prompts sorteados: Presente [tabla de tiempo], ganar [tabla escénica], culpa [tabla de emoción].
Condición del mes: Temática o personajes LGBTIQ+.
Inscribí este fic en el concurso #WonderDuoAwards2021.
Trigger Warning: A ver, sin destripar mucho la historia... puede haber procesos de duelo, muertes importantes, pensamientos suicidas, intentos de suicidio...
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Apenas soy capaz de distinguir el césped bien cuidado del cementerio bajo las suelas de mis zapatos; el sonido de las cuerdas rozando los bordes del hueco mientras bajan el ataúd y el de la tierra derramándose como diminutas canicas sobre la madera acallan los sollozos y los murmullos tras de mí y soy incapaz de escuchar otra cosa que no sean los montones de kilos de tierra enterrando definitivamente el cadáver de Deku. Pierdo la noción del tiempo que llevamos aquí en esta estúpida e insulsa ceremonia que no le hace justicia alguna.
Todoroki es el único que todavía no se ha marchado de mi lado. Uraraka se acercó a mí hace un par de minutos para apretarme la mano, pero no he tenido fuerzas suficientes para gritarle o insultarle y así alejarla de mí. Quizá, en el fondo, no quería hacerlo. El resto de la clase ni siquiera sé si ha asistido. Tampoco he alejado a Tía Inko cuando ha buscado consuelo en mí, pero no tengo nada para darle, así que me he limitado a sostenerle la mirada, buscando en su rostro destrozado por el dolor alguna pista del odio que debería tenerme por estar donde estamos ahora mismo. De todos modos, ahora ya da igual.
—Déjame solo, mitad y mitad —gruño ariscamente.
Sin embargo, Todoroki no se mueve de mi lado. Tampoco me toca, algo que agradezco. Odio que hoy todo el mundo esté tocándome. Aprieto los dientes, dispuesto a tragarme las lágrimas tanto tiempo como sea necesario. Ojalá quedarme solo para poder gritar hasta desgañitarme. A lo mejor incluso reventar la tumba recién cubierta de tierra húmeda con varias explosiones de mi mano izquierda. La derecha la tengo inutilizada en un cabestrillo. Ni siquiera recuerdo qué ha sido lo que ha causado su estado, pero tampoco me importa. No duele tanto como mi pecho. La vieja ha murmurado algo sobre que su Don era contraproducente en estas circunstancias en las que el dolor no es físico y se ha negado a besarme para curarme. Como si ella supiese algo de lo que me duele.
—Es mejor que volvamos, Katsuki —murmura Todoroki al cabo de un rato. Muevo la cabeza, negando sin palabras. No confío en ser capaz de hablar sin delatar la opresión que me atenaza el pecho—. Podemos pasar primero por el hospital a ver a Kirishima, si quieres.
Intento mascullarle que de qué coño va llamándome por mi nombre. Incluso insultarle por creer que es mi mejor amigo o algo así, pero de mi garganta sólo sale un quejido que hasta yo soy capaz de escuchar que se transforma en un sollozo. Ahora sí siento la mano de Todoroki en mi hombro, cálida, apretándolo levemente en un burdo gesto de consuelo.
—Vamos —insiste suavemente, empujándome con delicadeza para alejarme de la tumba.
Me dejo llevar, volviendo la cabeza para no apartar la vista del montón de tierra marrón oscuro y de la lápida que muestra una foto suya. Ni siquiera es una foto reciente. Debería ser una foto de él vestido con su traje de héroe y sonriendo con firmeza, no una de su adolescencia en la que se le ve, todavía con algunos rasgos infantiles en el semblante, sonriendo tanto que las mejillas le hacen hoyuelos que resaltan sus pecas. Parece tan feliz y enérgico en esa fotografía que nadie diría que está muerto. Hay tanta vida en la imagen que duele sólo mirarla. Al lado de la fotografía, la inscripción es demasiado sencilla. Únicamente su nombre, Midoriya Izuku, grabado con pulcritud en la piedra justo encima de las fechas de su nacimiento y muerte. Quiero gritar que debería poner Deku. No Deku como cuando yo lo insultaba hace años. Deku como su nombre de héroe.
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Atravesado [BakuDeku - KatsuDeku]
FanfictionIzuku, Shouto y Katsuki son héroes profesionales y comparten apartamento. Algo va terriblemente mal en una de sus actuaciones e Izuku fallece al ser atravesado por un proyectil envenenado. Cegado por el dolor, Katsuki tendrá que aprender a distingui...