𝐓𝐡𝐞 𝐆𝐡𝐨𝐬𝐭 [actu lentas]

𝐎𝟒

—Trunk of memories.

Luffy observaba atentamente los takoyakis incluso ya los estaba saboreando, estaba tan emocionado por volver a comerlos, sentir aquel sabor de pulpo acompañado por la salsa que Hatchan preparaba; entonces cayo en cuenta de algo. Él no podía comer, era un fantasma. Lloro internamente al darse cuenta de su situación y lamentándose se alejó del puesto, era horrible ser un fantasma.

Su tristeza desapareció en un parpadeo al ver a Ace, con una gran sonrisa se acercó a él y le siguió, mientras le relataba como había encontrado un puesto de Takoyaki. Ojalá pudiese escucharle.

El moreno entro a una cafetería colorida siendo seguido por el joven fantasma, se dirigió a una de las trabajadoras, una muchacha de cabellera azul claro, esta le recibió con una suave sonrisa y respondió a sus dudas respecto a trabajar en el lugar, al ver el rostro desilusionado del chico, dio un suspiro.

—Hay un restaurante al que podrías ir, se encuentra finalizando un pasillo, este se encuentra justo al lado del local de perfumes hacia la derecha, y para estar seguro del lugar, justo antes de llegar al restaurante hay un local de música.

Ace agradeció la amabilidad de la muchacha y recordando sus indicaciones encontró el local de perfume, entro al pasillo y dirigió su mirada a aquellas escaleras, negó, debía seguir recto.

Camino con tranquilidad por aquel pasillo, le parecían agradables las lámparas colgantes, siguió caminando observando los carteles de lo que parecía ser el menú de aquel restaurante. Tenían un nombre algo particular, Moby Dick, por una extraña razón aquel nombre le agradaba.

Se detuvo delante de lo que debía ser el local de música, una melodía perteneciente a un violín le hipnotizo, tal vez luego podría traer a Hiyori al local. Se asombro al ver el restaurante, mesas color beige rodeaban el sitio en compañía de pequeños manteles color azul grisáceo; le agrado que estas tuviesen también pequeñas velas japonesas de mesa. Sin duda el estilo que tenía el restaurante, le agradaba y mucho.

Camino con cuidado de no molestar a las personas, el enojo que se hubiese llevado si supiera que un pequeño fantasma saboreaba la comida de aquellas personas y flotaba por encima de sus cabezas.

Se detuvo delante de aquella ventana grande, el estilo dentro del lugar sin duda le hizo amar más el sitio, las paredes tapizadas de madera, podía notar cierto relieve en la madera, las luces colgantes rojizas eran agradables a la vista, a pesar de que las mesas de dentro no tuviesen los mismos mantenles de fuera, combinaban perfectamente. Nunca fue un amante de las decoraciones pero aquello cambio un poco gracias a los libros de su padre, amaba como detallaba cualquier mínima cosa de algún sitio, de allí apareció una pequeña fascinación por observar las decoraciones de cualquier sitio, desde una casa, una librería y hasta un restaurante.