Hay un chico en mi cama-10

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NOTA RÁPIDA:

Este capítulo está escrito en el P.O.V. de Casey y se repetirá su perspectiva de la escena de la ducha. Todo volverá a la normalidad en el próximo capítulo.

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"Yo sólo... No me apetece. Um mira, me tengo que ir estoy muy ocupada y tengo que estudiar". Danté susurra al teléfono. Anoche me dijo literalmente que odia estudiar, es decir, ¿quién no odia estudiar?

"¿Pero que a ti no te gusta estudiar?" Replico con descaro. De repente, la línea se corta y el dial final emite un pitido mientras me llevo el teléfono a la oreja con incredulidad. ¿Acaba de colgarme? ¿He hecho algo mal?

Rebusco en mis bolsillos y saco las llaves, caminando con paso firme hacia la entrada de la escuela.

"¡Ayyyye Casey!" Alguien me llama. Echo la cabeza hacia atrás un segundo y esbozo una sonrisa antes de acelerar la marcha. Desbloqueo el coche y salgo a toda prisa del aparcamiento de estudiantes, dirigiéndome a la zona residencial.

Cuando entro en el aparcamiento de la calle, veo la conocida casa de color beige. Cuando me acerco a la puerta principal, un escalofrío nervioso recorre mi cuerpo, aparentemente salido de la nada. Ya he estado en esta casa muchas veces. Tomo aire antes de llamar a la puerta. Tras varios golpes y ninguna respuesta, giro el picaporte y me asomo al salón, recibido con un silencio solemne.

"¿Danté?" Me asomo a la cocina antes de subir a la conocida escalera y me detengo ante su puerta. Llamo a la puerta y, una vez más, no obtengo respuesta. Empujo lentamente la puerta y un chirrido rompe el silencio. Cuando veo la habitación, oigo el suave golpeteo del agua en el baño; por eso no me ha contestado, se está duchando.

La cama se inclina ligeramente cuando me siento y empiezo a navegar por mi teléfono; el wifi me conecta automáticamente de tanto estar aquí. Mi mente se pierde en el scroll sin sentido y un vídeo me roba la atención de la habitación: el volumen cubre el final de la ducha.

El picaporte de la suite chirría al abrirse, lo que desvía mi atención de la pantalla a la puerta, y mis ojos se alzan para observar el cuerpo de Danté, su cuerpo desnudo. Su esbelta figura se despeja en medio de la puerta. Recorro con la mirada su cuerpo, sus cinceladas clavículas que complementan sus suaves y poco desarrollados pectorales. Un discreto vello adorna su vientre. Bajo la mirada y... ya sé que sus pectorales no son grandes, pero hay algo más. Me sonrojo un poco y me obligo a subir los ojos para saludar a los suyos.

Sus ojos se abren de par en par cuando se da cuenta de lo que está pasando: la puerta se cierra en mi cara. Se le da bien hacer eso... cerrarme la puerta en la cara.

Bueno... ¿quién iba a saber que Danté era un diablillo sexy bajo esos pantalones de deporte?  

Hay un chico en mi cama (BoyxBoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora