Loco no era una buena definición para mí, loco por ZheHan se acercaba mucho más. Sé que existen demasiados alfa que después de haber mantenido relaciones sexuales con el omega que cortejan, suelen aburrirse y buscarse una nueva presa; conmigo estaba ocurriendo exactamente lo mismo... En reversa.
Si existía alguna razón por la que quería golpear a Yibo hasta desfigurarlo era porque mi deseo de tener a ZheHan cerca había aumentado mucho desde esa noche, antes podía controlarme mejor, sabía que debía ser paciente e ir con cuidado para no asustarlo, sin embargo ese día marcó un antes y un después en mi conducta. Ya no podía controlarme, quería tenerlo entre mis brazos a cada hora posible, y todo sin la necesidad de morderlo aún.
Sé que cuando le pregunté si sabía realmente quien tenía el poder cuando se trataba de amor, él no entendió la pregunta y tampoco esperé una respuesta, con el tiempo lo descubriría, eso sí me permitía acercarme, más de lo cerca que se puede considerar el mantener un beta aun uidando su casa desde esa vez, o pasar repetidas veces en mi auto por las calles que rodeaban su hogar cuando iba a la oficina, con la única esperanza de verlo aunque sea por coincidencia.
Me concentré en pensar que no se trataba de acoso, sino solo cuidar a quien algún día me pertenecería por completo, asegurarme que este bien y que no le falte absolutamente nada, es todo.
Gruñí cuando escuché el celular, estaba buscando exactamente que ropa usar para ese día, no era una cita cualquiera la que tenía. Sin pensarlo, observé el nombre de mi mejor amigo y contesté sin dudarlo, algo importante tendría que decirme.
"¿Qué quieres, Yibo? Estoy ocupado." Puse el teléfono en altavoz y lo lancé sobre la cama, pensando si llevar un terno o una vestimenta más casual.
"¿Qué quiero? Estás bromeando ¿No? ¿Recuerdas que tenemos una reunión hoy?""¿Recuerdas que te dije que ya tenía planes para hoy? No lo sé, cúbreme, confío en ti."
"Sí, eso puedo hacerlo, no recordé lo de tus planes." Su tono enojado cambió a uno mucho más gracioso o ridículo, "pícaro" como él le decía. "¿Y? ¿Puedo saber qué planes son esos?"
"Iré a ver a ZheHan."
"¿ZheHan? ¿Zhang el "Sé que debo llamarte yo pero nunca lo hice" ZheHan? ¿Ese ZheHan?""¿Cómo sabes su apellido?"
"Soy bueno investigando."
"No te di permiso para que lo investigaras."
"Yibo, no te lo voy a quitar, si eso estás pensando." Bufé, no permitiría que nadie me lo quite de todas formas. "Es solo que fuiste muy vago cuando me contaste de él, necesito saber más de la persona que cautivó el corazón de piedra de mi mejor amigo."
"Ajá, no tiene nada que ver que Alba te haya dicho que es el mismo chico con el que salí de la exposición esa noche, y que te esté rogando para que sepas más de él."
"De acuerdo, culpable. Pero no solo es Alba, tu padre quiere que hablen." Sonreí al darme cuenta que mi madre no estaba enterada de nada, eso era bueno, al menos por el momento.
"Lo sé."
"¿Y por qué no lo llamas?"
"No puedo llamarlo si no consigo que ZheHan sea mi novio primero, o sea, sé que será mío tarde o temprano, pero quiero ver la expresión de mi papá cuando se lo diga."
"¿No quieres de una vez pedirle su mano en matrimonio de paso? Digo, ya que avanzas con tantas formalidades." Ignoré su tono irónico y respondí sin dudarlo.
"Si se lo pido ahora, se asustaría, pero luego claramente lo haré.""Joder, amigo, en serio estás demente." Escuché la risa de Yibo y al final opté por algo casual, no quería tampoco presentarme como si estuviera apenas saliendo del trabajo.
Mientras tiraba mi ropa a la cama, llamé desde el teléfono del penthouse a la recepcionista, Rosa, pidiéndole de favor me consiga un hermoso ramo de flores, si fueran para ZheHan, las elegiría yo mismo, pero todo entraba dentro de mi plan, eso sí él no me terminaba golpeando antes de entregárselos a su madre.
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El resto de la mañana me la pasé escuchando a Yibo sermonearme, aconsejarme, bromearme e incluso al final desearme suerte con respecto al tema, aún estaba algo enojado con su osadía de haber investigado a mi pequeño, pero eso podíamos arreglarlo después.
Estacioné mi auto frente a su casa y tomé con cuidado el ramo de flores, me aseguré de que mi cabello esté perfectamente despeinado y salí, caminando decidido hasta la puerta. Iba a esperar unos segundos, pero cuando escuché la voz de ZheHan gritando algo que no pude oír, me alarmé. Toqué el timbre solo una vez, intentando ocultar mi preocupación cuando su rostro sorprendido entró en mi campo de visión. Sonreí, solo Dios sabía cuánto lo había extrañado.
"Hey, hola bebé."
"¡Gong Jun!" Me sorprendí pero no repliqué cuando saltó hacía mí, rodeándome por el cuello mientras escondía su rostro a la misma altura, inspirando profundamente, mis brazos también lo rodearon por la cintura de forma protectora, atrayéndolo más contra mi cuerpo.
"¿Me extrañaste?" Le susurré cerca de su oído, besando el lóbulo de su oreja, disfruté de su estremecimiento y la forma como se puso tenso, intentando alejarse de mí, cosa que no le permití.
"Algo... Ya sabes." Colocó sus manos sobre mi pecho, alejándose lo suficiente para que nuestras miradas se encuentren. Observé el hermoso sonrojo dibujado en sus pálidas mejillas y me incliné hacía él, ansiando tanto besarlo y lo hice, por dos segundos sentí la suavidad de sus labios cuando escuché un grito y después una pequeña mano tiró de mi jean.
"¡Gong Juuuuuun!" Bajé la mirada, sorprendiéndome por la emoción que sentí al encontrarme con los ojitos de Chengling y su enorme sonrisa. Me aparté lentamente del cuerpo de ZheHan, dejándolo en libertad mientras me inclinaba y con cuidado de no arruinar las flores, lo cargué en brazos.
"Hey ¿Cómo estás, Chengling?"
"Bien." Aseguró él, admirando el ramo. "¿Y Gong Juuuuuun?"
"Yo estoy bien, gracias." Dirigí la mirada a ZheHan, quien me sonreía tímidamente, mordiéndose su labio inferior y aumentando mis ganas de abalanzarme sobre su cuerpo para devorarle la boca, hasta parecía que lo hacía con toda la intención.
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𝗧𝗵𝗲 𝗣𝗲𝗿𝗳𝗲𝗰𝘁 𝗢𝗺𝗲𝗴𝗮 [𝙹𝚞𝚗𝚉𝚑𝚎]
Fanfiction↳ ❝ [ Adaptación ] ¡! ❞ Cuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar al amor de tu vida. Zhang Zhe Han tiene veinte años, un hijo de tres años y un lazo roto debido a su ingenuida...