Resumen: Spencer no puede resistir un poco de tiempo de calidad cuando ambos se despiertan antes que su hija por una vez.
Advertencias : maldiciones, obscenidades, descripciones gráficas de actos sexuales, sexo con penetración, sexo sin protección, digitación
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Te habías acostumbrado a despertarte con un ruido fuerte o un gemido áspero proveniente de otra habitación. Siempre parecías despertarte tanto sobresaltado como sin sorprenderte por la situación a la que te enfrentabas. Tener un hijo había arruinado tu horario de sueño.
Hubo un pequeño respiro cuando empezó a dormir toda la noche, pero no duró tanto antes de que pudiera caminar. Y ahora, si no te despertabas por el ruido, por lo general te despertabas cuando ella entraba a tu habitación exigiendo algo u otro.
Y eso se duplicó cuando Spencer estaba en casa. Ella lo extrañaba incluso más que tú mientras él estaba fuera. Parecía tener este sexto sentido cuando sabía que él volvería a casa en medio de la noche. Irrumpir temprano en la mañana solo para meterse en la cama contigo y acurrucarse junto a su papá.
Pero hoy fue diferente. Cuando te despertaste y sentiste los brazos de Spencer a tu alrededor, fue una sorpresa más que bienvenida después de quedarte dormido en una cama vacía. Sin embargo, lo que fue aún mejor fue echar un vistazo al reloj y darse cuenta de lo temprano que era, mucho tiempo antes de que su pequeña niña estuviera segura de irrumpir sin previo aviso.
Cuando te empujas un poco, parece que Spencer también se despierta, y escuchas un pequeño y ronco "buenos días" susurrado contra tu oído.
"Buenos días a ti también", estiras el cuello lo suficiente para que puedas ver su rostro adormilado y sus ojos entrecerrados, y le das un beso en sus labios suavemente curvados y se abren en una sonrisa más amplia.
"Te extrañé", respira, "mucho". te acerca más para que tu espalda esté apretada contra su pecho, y luego sus labios rozan tan suavemente contra tu cuello expuesto que sientes como si estuvieras soñando.
"Spence", te ríes, "sabes cómo es ella, vendrá volando por esa puerta en cualquier momento", llevas una de tus manos hacia atrás para descansar en su cabello, pero él no se detiene. Sus besos se vuelven más duros hasta que sus dientes rozan la piel sensible debajo de tu oreja y ni siquiera puedes reprimir el suave gemido que se escapa de tu garganta.
" Joder, te extrañé tanto", gime, "me perdí ese sonido" mientras habla, sus manos comienzan a vagar por tu cuerpo, subiendo desde tu estómago para agarrar tus pechos por encima de tu camiseta, apretando suavemente lo que te hace lloriquear solo un poco. Y luego está moliendo contra tu trasero y es inconfundible.
"Spence, ¿estás ... ah ... duro?" jadeas, pero él no responde verbalmente, simplemente se aprieta contra ti con más vigor, una de sus manos descansa sobre tu cadera y te ayuda a balancearte contra él.
