Estaba corriendo como una loca hacia la oficina de papeleo, ya iba tarde por unos minutos y mis pies dolían. Cansada de correr por el enorme campus al fin encontré la oficina BINGO! Justo entrando le dije mi nombre a la anciana detrás del mostrador y me señalo con su dedo una torre de papeles que tenia que firmar. Cargue la montaña y busque una silla parecía que iba a estar aquí por un largo tiempo, por lo menos iba a estar sentada.
40 min después... Y ya solo quedaba un papel por firmar de aspecto extraño y que llamo mi atención. En la parte de arriba decía "CONTRATO DE CONFIDENCIALIDAD" al parecer firmar este contrato es un requisito para ingresar a este semestre, seguí leyendo intentando comprender porque la universidad me haría firmar esto hasta que me tope con la grandiosa respuesta: Un Principe. Si, escucharon bien, este semestre contaríamos con la presencia de nada mas y nada menos que el Principe de Santorini. ¿Quien lo imaginaria?. El contrato decía que el Principe formaría parte del alumnado pero su identidad no seria conocida por nadie a menos que el así lo deseara, no es como si quisiera acosarlo y quedarme con su trono pero bueno, "Precauciones Reales". Firme el dichoso contrato y me puse de pie entregando el papeleo a la señora del mostrador.
-Gracias señorita Davenport-dijo la señora Waters (o al menos eso decía su gaffet)-Gracias a usted- conteste con una sonrisa en mis labios.
•. •. •
Ya Me dirigía hacia los dormitorios y justo cuando estaba a punto de llegar Nick apareció de la nada. Nick era mi mejor desde jardín de niños y les aseguro chicas que era el hombre de ensueño! Todas babeaban por el (hasta yo en jardín de niños) pero digamos que.. El no esta interesado en rubias, ni en morenas ni mucho menos en pelirrojas, el en realidad esta interesado en LOS rubios, morenos o pelirrojos.
-¡Lia! Que bueno verte!!- dijo dándome un abrazo de oso marca Nikolas Platt.-Hey Nick! Como va tu día?-conteste sonriendo intentado safarme de su abrazo.
-Demasiado bien para mi suerte!- contesto con una sonrisa. Y en ese momento recordé el contrato.
-Oye nick, ya firmaste el contrato de confidencialidad?-le dije con cara curiosa y el sonrió. Sonrió maléficamente. Esto no es bueno.
-Afirmativo mi querida Lillian! Y me parece estupendo! Puedes creerlo! Un principe Lia! Y no cualquiera, el de Santorini!-contesto casi gritando y dando brinquitos.
-Baja la voz Nick!- le dije viendo para todas partes, Nick podría ser un poco muy ruidoso.
-Lia definitivamente tenemos que descubrir quien es el misterioso principe apuesto que es guapo!-me dijo poniendo su mirada coqueta.
-Oh no, por supuesto que no Nick, no lo haremos. ¿Recuerdas la ultima vez que te hice caso?- Moví mi cabeza en señal de no.
-Por favor Lia!! Se la mejor amiga del mundo y ayúdame- me dijo en tono de suplica y poniendo ojos de perrito.
-Ya he dicho que no Nikolas, y no me harás cambiar de opinion- dije en tono firme pero sonriendo porque vamos ¿quien no se reiría de su cara?
-¿Recuerdas esa vez que me pediste ayuda para que te presentara a Co..
-Si, lo recuerdo- le dije interrumpiendolo y rodando los ojos.
-Me la debes-
-Nick, me la has cobrado mil veces- conteste con tono arrogante.
-Lia, duraron dos años, así que tu ahora me debes dos años de felicidad- me dijo poniendo su casa de "ósea nena". -Quiero un príncipe Lillian y tu me vas a ayudar-
-Bien, pero solo porque eres mi mejor amigo y te amo, no porque haya durado dos años con ya sabes quien- le dije en tono serio.
-Bien- sonrió triunfante.
Rodé los ojos. Maldito guapo manipulador.
-¿Que te parece si te vas a tu dormitorio y yo al mío y nos vemos en una hora en el cafe para ponernos en acción?-
Sonreí y con tono de sarcasmo le dije. -Me encanta la idea-
-Perfecto- sonrió y le devolví la sonrisa.
-Adiós pequeña- dijo dándome un beso en la mejilla.
-Adiós Nick-
Ahora si. Por fin iba a los dormitorios, cuando encontré mi cuarto entre y agradecí que mi compañera de cuarto no había llegado. Mejor para mi. Elegí el lado mas grande porque si ella hubiera llegado antes estoy segura que ella habría hecho lo mismo. Empece a acomodar mis cosas y no tarde casi nada porque la mayoría lo había dejado en casa ya que volvería en Acción de Gracias y ahí es donde aprovecharía para trasladar todo. Cuando termine eran las 6:45 pm y decidí cambiarme y ponerme algo mas cómodo para ver a Nick en el cafe.
• • •
Estaba sentada en la mesa viendo hacia la pantalla del teléfono cuando escuche que alguien gritaba mi nombre. Sin necesidad de levantar la cabeza supe que era Nick, reconocería su voz hasta en la multitud de un concierto, ademas que por supuesto que seria Nick, soy nueva en el campus y nadie mas me conoce.
-¡Lia!- grito de nuevo.
-Ven acá Nick- le conteste haciendo señas para que se acercara.
El se volteo y le movió la mano a alguien en señal de que era por acá y en seguida apareció un chico, demasiado guapo incluso mas que Nick, era alto, tenia el pelo negro, cuerpo atlético y cuando se acercaron lo suficiente pude notar unos hermosos ojos verdes y una sonrisa increíblemente seductora pero aun así su postura no indicaba que fuera un playboy mas bien se veía con cierto aire..¿real?. Dios que no sea gay, ¡¡por favor!!.
-Lia, el es James, mi compañero de cuarto- dijo Nick guiñandome un ojo.
-Hola James, soy Lillian, puedes llamarme Lia- le dije sonriendo y aceptando la mano que el me había tendido.
El sonrió y wow, que dientes tan perfectos. Corrección, no solo sus dientes eran perfectos, todo el lo era.
-James. James Casighari- me dijo aun sonriendo.
Y no se porque ese apellido me resulto extrañamente familiar, aun así no le di tanta importancia
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El Desafío del Principe.
Teen FictionEligieron mi futuro pero aun asi me dieron una oportunidad, una oportunidad con fecha de caducidad, sera dificil pero no imposible. Que comience el desafío. -Cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ti.