Reglas

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Al llegar Stolas y Blitz al parque Fizzarolli de inmediato les recibe llevándolos a su carpa donde ya los estaba esperando Striker mientras acomodaba una mesa llena de bocadillos dulces y café, los cuatro se sientan y comienzan a conversar:

Striker: antes que nada, quiero pedirle una disculpa, su majestad, no fue mi intención el decirle esas cosas.

Stolas: no te preocupes, Striker, todos cometemos errores.

Striker: la verdad es que si tengo algo de miedo, miedo de que esto no funcione.

Blitz: si nos esforzamos, esto puede funcionar.

Fizzarolli: claro que se puede, pero tenemos que ser discretos.

Blitz: mi segundo nombre es discreción.

Fizzarolli: ¿seguro?

Blitz: bueno...no lo es.

Stolas: por la discreción no se preocupen, queridos.

Fizzarolli: no es por nada, su majestad pero si nos preocupa, prácticamente medio infierno sabe de su relación con Blitzo, y como no queremos meterlo en mas problemas con su esposa, creo que hay que poner ciertas reglas.

Stolas: tienen razón, tienen mucha razón.

Blitz: ¿entonces era por eso, Striker, no quieres que Stolas se meta en mas problemas?

Striker: digamos...que si...en parte...pero si queremos que esto funcione debemos de mantener nuestra relación en secreto, por lo tanto debemos de tener reglas para que esto funcione.

Stolas: ¿reglas?

Striker: así es.

Blitz: ¿Qué clase de reglas?

Fizzarolli: muy sencillas, Blitzo, primero que nada, aceptamos la relación de cuatro.

Stolas: ¡bravo!

Fizzarolli: calme, su majestad, si queremos que esto funcione nos tendremos que reunir en un horario en especifico para convivir los cuatro y debemos de tener un lugar de reunión, ese no puede ser ni su castillo ni las oficinas de Blitz, así que tendrá que ser aquí porque yo manejo este parque a mi antojo.

Stolas: estoy de acuerdo con ello, pero, como sabrán, Blitzy yo yo tenemos una cita cuando es luna llena ¿no les gustaría unirse a nosotros para ese día?

Striker: no tengo contemplada una orgia aun.

Blitz: ¿que? ¿Cómo que no?

Todos lo voltean a ver con asombro:

Blitz: ups...¿hable en voz alta?

Striker: primero tenemos que ver si esto va a funcionar, ya después, quizás, mas adelante lo intentemos.

Fizzarolli: eso quiere decir que les vamos a respetar su noche de luna llena, chicos

Stolas: de acuerdo.

Fizzarolli: ¿entonces comenzamos a partir de mañana?

Blitz: claro.

Striker: pero recuerden que es un secreto, nadie debe de saberlo.

Stolas: eso lo hace mas ¡EXCITANTE!...perdón, quise decir emocionante.

El cuarteto por fin se había puesto de acuerdo en varias cosas, incluso hubo otras pequeñas reglas las cuales querían que se respetaran de todos modos sin importar lo insignificantes que fueran pero estaban dispuestos a que funcionara esa relación, efectivamente todas las mañanas se encontraban en Loo Loo Land para convivir aprovechando que el parque estaba cerrado y que no tenían nada importante que hacer de día, se daban sus recorridos por los juegos mecánicos para experimentar de diferentes manera el estar con alguien diferente, un día estaba Blitz con Stolas y Striker con Fizzarolli, otras veces estaban Blitz con Striker y Stolas con Fizzarolli, o Blitz con Fizzarolli y Striker con Stolas, para hacer que funcionara la relación siempre se iban agarrados de la mano mientras charlaban encontrando temas que tenían en común, en otras ocasiones salían del parque para ir ya fuera al cine, a comer a algún restaurante privado con tal de conocer sus gustos.

Los meses junto con dos años pasaron y parecía mentira pero la relación iba a flote, estaba funcionando, al grado que no solamente Striker y Fizzarolli amaban a Blitz, sino que también comenzaron a sentir una enorme atracción hacia Stolas y el sentimiento era mutuo, incluso los tres llegaron a la conclusión de que el favorito era Blitz y que por él tenían que permanecer juntos así que la relación la seguirían escondiendo de los demás.

Gran Lio de AmoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora