Nuestra Casa
El moreno se había involucrado en asuntos "familiares" que no le concernían sin saber que estos también eran sus asuntos, ajeno a la situación solo importándole proteger al chico sobre aquel húmedo y sucio suelo.
-Ya veras -expresó sin tomar precauciones o planear junto a su compañero una estrategia de batalla se acerco velozmente intentando golpear al moreno.
- ¿Acaso planeas atacarme de esa manera tan pretenciosa? -esquivo el puno dirigido directo a su mejilla- seamos personas civilizadas y evitemos la pelea no me siento de ánimos para esto... claro que las palabras del joven altero a los otros dos, pero que importa su vista estaba en un objetivo más grande, así a sido toda su vida; lema de vida "los peces pequeños son bastardo, los grandes son una mejor presa" y su gran éxito se debía a ella.
Entre golpes y más golpes y charlatanerías al viento los dos hermanos fueron derrotados por el audaz moreno... y pensar que había perdido parte de su noche por algo tan aburrido e insignificante como una pelea donde al final terminaría casi sin rasguños, casi. Mientras colocaba al chico golpeado en sus brazos veía como de reojo sus hermanos se retorcían de dolor un el suelo, sentía satisfacción al tiempo un pequeño cosquilleo sobrepasó ligeramente su cuerpo y una sonrisa fugaz se poso en sus seductores labios.
De camino a su coche noto que el chico entre sus brazos sostuvo débilmente su mirada, en un susurro que apenas logro escuchar le agradecía haberlo salvado de dos de sus demonios, claro que con menos palabras... con sumo cuidado lo recostó en la parte trasera del auto, gracias al cielo traía una manta consigo, la coloco sobre el cuerpo del menor y este la tomo entre sus manos olfateándola sin rastro de timidez beso su frente para luego tomar su lugar en el asiento delantero.
10:00 pm
El claxon les aviso al personal de servicio que se encontraba en la casa que el amo había llegado, Martina una de las empleadas salió a su bienvenida, al verlo de espaldas en la parte trasera se acercó para ayudarle en caso de que lo necesitara, se sorprendió al ver su rostro golpeado y se sobresalto al ver sangre salir de sus labios, pero eso no fue lo que mas le sorprendió, sino el hecho de que cargaba sobre sus brazos a un chico aun más malherido que él.
-Señor perdone la intromisión, pero deberían ir ambos a un hospital -sugirió con tono preocupante.
-Martina querida, no te preocupes, solo necesito que de urgencia llame al doctor "Mike Dallas" -ordeno con tanta calma que no parecía una orden, sino una dulce sugerencia.
-Como usted ordeno señor, de inmediato cumpliré con la orden -culmino para cederle el paso a su señor.
-Inmediatamente ponga un pie en esta casa debe avisarme -aclaro esta vez un poco más serio.
-Por supuesto señor.
Tras haber dado las instrucciones las cuales se llevarían a cabo al pie de la letra con detalles, subió las escaleras y se dirigió a su dormitorio, abrió la puerta de este y se adentró mucho más a su interior y como si de un pequeño bebé se tratara recostó el cuerpo del joven en su cama... y de hacho para ser precisos era solo un niño. Una vez más realizo esa extraña acción de olfatear el lugar donde se encontraba monitoreando la cama estiro sus brazos y un suave pero aun audible quejido salió de l, enrollo su cuerpo como gato tras asegurarse de estar solo en la enorme cama.
11: 22 pm
-Señor -entro al dormitorio encontrándose al joven amo dormido en un sillón de una pieza de cuero negro cerca de la cama, se acerco sin hacer ruido y lo movió ligeramente para despertarle... sus ojos lentamente se abrían para acto seguidos ser tallados por su dueño.
- ¿Qué sucede Martina? -pregunto aun bastante adormilado.
-A llegado el doctor "Dallas" -informo y este se levanto del sillón y así se retiraría del dormitorio, pero no sin antes darle una mirada soñolienta al chico en su cama.
-Dígale que lo espero en mi despacho -finalizo.
Trascurrido solo dos minutos ya el doctor se encontraba en el lugar acordado mirando con diversión al joven chico frente a el - ¿Acoso ya eres luchador profesional? -pregunto aún mas entretenido, ansiaba escuchar una vez más como había resultado el caso esta vez.
-Veo que te divierte ver a otros sufrir -dijo fríamente con desinterés, así era el, pero cerca de Asher algo lo hacia cambiar o tan solo reaccionaba así por las estupideces de los demás según él.
-Levanta tu camisa -ordeno sin más con todos sus instrumentos listos para la curación de su torso -esta vez tu rostro no resulto tan herido, menos mal esa es la cara que todos ven en las revistas.
-rio divertido tras escucharlo, esta vez sí había pegado en el clavo- adoro tus visitas, sin dudas superan las de mis padres -efectivamente la herida anterior que tenia a un lado de su cadera derecha se había abierto de nuevo, gracias a Dios el doctor no estaba ocupado esta noche de lo contraria había tenido que ir al hospital lo que sería todo en un escándalo...
12:00 am
Gracias al cielo y al doctor Dallas Bastián había sido curado y tendría una recuperación fugaz, siempre y cuan no volviera a meterse en otra pelea. Ambos caballeros se dirijan al dormitorio del moreno para la curación del joven chico, Bastián no se había tomado la molestia de cubrir su torso y la suave prisa refrescaba sus heridas ya frente a la puerta solo uno entro, mientras quien solo serie una distracción se quedo fuera... justo en ese momento el pequeño abría sus ojos inspeccionando a detalle el lugar.
-Disculpe joven, podría decirme su nombre -pregunto alegre el doctor, pero la mirada del chico estaba enfocada en la persona que ya se hacia en el marco de la puerta mirándole intensamente. Era la primera vez que Bastián se interesaba por alguien fuera de su círculo de amigos, podría ser la inusual belleza del joven que lo atraía o su instinto protector lo veía como una presa a la cual estaba obligado a cuidar.
Claro que no se podía negar que era un chico agradable a la vista, cabellos castaños, cejas oscuras y despeinadas, pestanas ligeramente largas, labios rojos y semi carnosos que simulaban el tono rojizo de las fresas, sus mejillas se habían tornado rojas, muy bien podrían ser los golpes que recibió, pero la mayoría de estos habían sido dirigidos a su cuerpo al igual que podría sentirse avergonzado porque dos personas que desconocía lo estaban viendo prácticamente casi desnudo... era un escenario digno de ver durante horas y aun encontrar encanto en el con cada minuto que pasaba.
-Mi nombre es Asher Donnoban -respondió mirando al hombre que curaba sus heridas.
- ¿Te apellidos Donnoban? -pregunto curioso.
-Si -respondió sin más- era el apellido de mi madre...